Un obrero fue internado con serias quemaduras. Los trabajadores aseguran que la empresa oculta los frecuentes accidentes y nadie atiende las denuncias hechas por el sindicato.

La inseguridad laboral en el ingenio San Isidro, ubicado a 50 kilómetros de la capital salteña, tuvo una nueva víctima. Se trata de David Farfán, quien al pisar sobre una superficie en malas condiciones cayó dentro de un gran recipiente con líquido hirviendo y debió ser internado con quemaduras en un hospital de la zona.

Los accidentes de trabajo se han convertido en una constante desde hace mucho tiempo en la empresa regenteada por la familia Ruiz. Mediante diversos métodos, la patronal tiene como política el ocultamiento de situaciones como la sufrida por Farfán y los trabajadores se encuentran permanentemente amenazados con el despido en una región donde el desempleo es la situación más común.

Mariano Cuenca, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), dijo al respecto: “los dueños del ingenio se han caracterizado por desdeñar las medidas de seguridad en las condiciones laborales de los trabajadores azucareros. Los episodios como el padecido por el compañero Farfán se producen muy frecuentemente y nuestras denuncias sobre esta situación no han tenido respuestas ni hubo medidas concretas para salvaguardar la salud y la vida de los obreros”.

Cuenca agregó que “la conducta de esta patronal ha sido siempre y en todo sentido inescrupulosa, propia de una relación entre señores feudales y siervos sometidos a toda clase de iniquidades. Para ellos, no existen las leyes del trabajo, los derechos adquiridos ni las normas de convivencia en una sociedad democrática”.