Fueron las palabras de Roxana Belbruno, madre de Sabrina, quien lleva 5 años y meses sin saber lo que realmente le pasó a su hija. Por el cambio hacia el nuevo Código Penal, la causa cayó en un parate. “Mientras tanto la asesina está libre, percibiendo un buen sueldo en la municipalidad, la que mato a mi hija tiene nombre y apellido, y le disparo en la cabeza a 70 cm”, mencionó Belbruno.
“Llevamos 5 años y tres meses sin saber por qué Sabrina recibió un balazo y como se llevó el caso, todo esto nos llenó de preguntas sin respuesta, hasta ahora. No vemos intención de reparación en ningún sentido. Mientras tanto la asesina está libre, percibiendo un buen sueldo en la municipalidad (que todos pagamos) y confirmada en planta permanente. La que mato a mi hija tiene nombre y apellido ALDANA Leiseca, y le disparó en la cabeza a 70 cm. Está procesada, pero nadie la separo de su cargo. Allí en la Municipalidad atiende ciudadanos y sus compañeros conviven con una asesina. ¿Y la Justicia?”, se pregunta Roxana Belbruno quien mencionó que a pesar de que el caso se salvó de la prescripción, en este momento se encuentra parado a causa de la transición del Código Penal: “Esperamos el juicio y se desconoce quién o quienes tendrán la responsabilidad de llevarlo a cabo, por sorteo o el peligro de la manipulación sigue presente. A hoy después de todo lo vivido, de los errores, las omisiones, el tiempo transcurrido, casi 5 años y medio esperando por la condena a quién le disparó, una instrucción manipulada y deficiente…. créanme que es difícil pensar que obtendremos el éxito de un juicio justo, cuando se desincriminó a tres de los involucrados y no se investigaron otras líneas posibles de un crimen que disfrazó el juez Dubois de «accidente» y de culposo. Abatida, cansada, decepcionada, espero por esta instancia en la que por fin se nos devuelva la credibilidad en la justicia, y este crimen sea considerado lo que fue, un crimen doloso y no culposo. Juicio y condena a Aldana Leiseca por homicidio doloso, por favor, eso sería lo justo”. Concluyó Roxana.