Sin respuestas de los ministerios de Trabajo de Jujuy y Salta ni intervención de la cartera laboral nacional, los trabajadores azucareros se manifiestan por la pérdida de medio millar de empleos.
Los sindicatos azucareros de Salta y Jujuy mantienen un acampe en el Obelisco con el objetivo de «romper el cerco mediático» que encuentran en sus provincias para denunciar los masivos despidos y reducción de sueldos que sufre el sector. Los trabajadores relevaron cerca de 500 despidos en los últimos meses y advirtieron sobre la incertidumbre en el salteño ingenio San Isidro, donde parte de los 720 trabajadores comenzaron a recibir telegramas de despidos. «Parece que este Gobierno tiene un plan sistemático para despedir trabajadores y bajar salarios», denunció el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Azúcar del Ingenio Tabacal, Martín Olivera, señaló Página 12.
Sin respuestas de los ministerios de Trabajo de Jujuy y Salta ni intervención de la cartera laboral nacional, los trabajadores azucareros se plantaron en el Obelisco porteño con el respaldo de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) para denunciar el medio millar de despidos: 250 en La Esperanza, 40 en Ledesma, 180 en Tabacal. Ademas, el secretario general del Sindicatos de Obreros y Empleados del Azúcar del ingenio Ledesma, Rafael Vargas, advirtió sobre la situación crítica que se vive en el ingenio San Isidro.
«Hay una gran preocupación por parte de los 720 compañeros del ingenio San Isidro, porque han empezado a llover telegramas de despidos con el 50 por ciento de la indemnización que le corresponde», denunció y agregó: «No es solo los despidos sino la intención de la patronal de avanzar contra el convenio colectivo, que nos ha costado muchas luchas».
Vargas sostuvo que «la gran preocupación es qué hacemos con los compañeros despedidos, porque en estas zonas o se trabaja para el Estado o se trabaja para estas empresas privadas, que nos amenazan con más despidos sino aceptamos sus condiciones».
En ese tono, Olivera aseguró que se trata de «una avanzada» de las patronales con el respaldo de los gobierno provinciales y nacional para que «no se habla ni de aumentos ni de mejoras de condiciones laborales sino solamente de los puestos de trabajo». El sindicalista se mostró esperanzando de «romper el cerco mediático» a partir del acampe iniciado en el Obelisco frente al «plan sistemático para despedir trabajadores y bajar salarios».