Un vecino de la zona oeste de la ciudad le prendió fuego a su casa porque adujo estar harto de las apariciones del Señor y la Virgen del Milagro. “No soy creyente, así que no me rompan las bolas”, dicen que dijo.
Con el auge de publicaciones en las redes sociales sobre apariciones paranormales de santos, santas y cristos en varios lugares insólitos, no es de extrañarse que este vecino -de quien sólo tenemos la iniciales M.L.- haya quedado más limado de lo que normalmente queda uno tras un breve repaso por las publicaciones boludas que hace la gente creyente.
Resulta que desde que se mudó a la casa que alquilaba, este sujeto, de un ateísmo explícito, comenzó a percibir, por ejemplo, que en el cielorraso asomaba una imagen que primero no parecía nada, pero luego tomaba la forma del patrono salteño. El hecho fue repitiéndose, y en palabras del pirómano “Se me aparecía la virgen por todas partes, en las esquinas con humedad: la virgen; en la meada del perro: la virgen; en la mancha de caca del calzoncillo: la virgen. Ya me estaba volviendo loco. Al punto que tenía dos opciones: o me convertía en creyente o le prendía fuego a esa casa”.
Las llamas sagradas fueron controladas por los bomberos que aseguraron ver, entre el caudal de fuego, algo parecido al Papa Francisco. El hombre quedó detenido por atentar contra la integridad física de los vecinos del barrio Primavera.