Informan que el supuesto asesino del playero en El Galpón, tiene 26 años y cometió cinco homicidios en Capital Federal y Rosario. Javier Hernán Pino está preso desde octubre pasado y quedó acusado de 5 crímenes, luego que se comprobara que una pistola 9 mm de su propiedad fue usada en todos los hechos.
La información fue brindada por la agencia de noticias Telam, en ella señalan que la mecánica del asesino era dispararle a la mayoría de las víctimas un tiro en la cabeza y por detrás, pese a que algunas presentaron más balazos; actuar con frialdad pese a que previamente trababa amistad con quien iba a matar y no hubo personas que escucharan detonaciones de arma, ya que habría utilizado la pistola con silenciador.
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Según informó la Procuración General de la Nación en su página, el imputado es Javier Hernán Pino (26), quien está preso desde el 21 de octubre, cuando fue detenido en la ciudad santiagueña de Frías mientras era buscado por el homicidio de dos hermanos rosarinos y de un playero salteño.
La identificación de Pino se logró tras el análisis de las vainas encontradas en todas las escenas de los crímenes a través del entrecruzamiento de datos del Sistema Nacional Automatizado de Identificación Balística (SAIB).
Esto permitió establecer que los proyectiles utilizados en todos los hechos habían sido disparados por la misma pistola que era propiedad de él.
Fuentes policiales explicaron a Télam que el primer hecho que la División Homicidios de la Policía Federal comenzó a investigar, a pedido del fiscal Justo Rovira, fue el crimen de Ni Qi Fu, un comerciante chino asesinado el 16 de febrero de 2015 en el barrio porteño de Balvanera.
La víctima tenía cinco balazos en el tórax y dos en el antebrazo izquierdo y en el lugar se secuestraron tres vainas servidas calibre 9 milímetros, dos plomos deformados y un proyectil intacto.
«Si bien al comienzo se relacionó el hecho con un ataque de la llamada ‘mafia china’, surgían datos que no eran consistentes con la modalidad utilizada comúnmente por los sicarios», dijo un investigador.
Por ejemplo, desconcertaba a los investigadores que el autor se había tomado el tiempo de cerrar la puerta del supermercado con llave y tapar con unos cajones de cerveza la visión del cuerpo.
Posteriormente, el 15 de abril de 2015, se halló el cádaver de Claudia Sosa (32) en su departamento de la planta baja de Tucumán 1545, en la zona de Tribunales y frente a la comisaría tercera.
La mujer, que según su familia daba masajes con electrodos en su casa, presentaba un disparo en la nuca y del lugar se secuestró una vaina calibre 9 milímetros y se determinó el faltante de una computadora.
Tras una solicitud del fiscal Santiago Vismara, a través del sistema SAIB, se establece que había correspondencia entre las vainas halladas tras el homicidio del comerciante chino y el de Sosa, es decir que fue utilizada en ambos hechos la misma arma.
Por este motivo, se reorientó la investigación, pero no se halló relación entre las víctimas sino sólo que el autor podría haber robado en ambos lugares y «actuaba con tranquilidad y frialdad al matar», señaló un pesquisa.
Con posterioridad, se recibió la información de que las vainas halladas en los dos hechos se encontraban relacionados con un doble homicidio cometido en Rosario y otro en Salta.
El 13 de julio de 2015, fue asesinado de un tiro en la cabeza, por arriba de la oreja izquierda, el playero Daniel Ríos (28) en una estación de servicio de la localidad salteña de El Galpón, luego de que robaran 70.000 pesos de la recaudación.
En tanto, el 16 de octubre del mismo año, fueron hallados los cádaveres de los hermanos Agustina (28) y Javier Ponisio (25) en su departamento situado en el barrio Saladillo de Rosario.
La chica tenía un disparo en la cabeza, cerca de la oreja derecha, y el muchacho cuatro impactos en el cráneo, tórax, un brazo y cintura; del lugar se secuestraron cuatro vainas para cotejo.
Del departamento faltaban 25.000 pesos, pero como no estaba forzada ninguna entrada, se sospechó de la intervención de algún conocido.
Al revisar las cámaras de seguridad de la zona, la madre de las víctimas identificó el auto de Pino, a quien conocía como amigo de su hija y dio información a los investigadores respecto del domicilio del joven.
Los pesquisas siguieron el rastro de Pino hasta Frías, Santiago del Estero, donde se había establecido con una novia.
Al allanar el domicilio, encontraron dos pistolas Taurus calibre 9 milímetros, ambas a nombre de Pino, tres cargadores, municiones y silenciadores así como dinero, un auto Fiat Siena, pasamontañas, precintos y cintas adhesivas.
Además, se encontró una notebook que podría ser la robada a la masajista en Buenos Aires, un teléfono del que surgió que tenía asiduo contacto con ella y otro que podría haber sido robado al comerciante chino.
Realizado el peritaje de las vainas secuestradas en el Cuerpo de Investigación Fiscal (CIF) de Salta, éste arrojó que una de las armas había sido utilizada tanto en el homicidio del playero local como en el de los hermanos rosarinos.
Cuando los fiscales porteños notaron la similitud de esos crímenes con los ocurridos en la Capital Federal, pidieron cotejar las vainas y se estableció que también se había usado la misma arma en esos hechos.
Ahora, esperan poder indagar a Pino por estos dos crímenes, que hasta hoy estaban sin resolver.