El asesinato de Fernando Maximiliano Tobares al igual que el de la docente Rosa Sulca podría haberse evitado si la Policía de Salta trabajara para dar seguridad. Zonas liberadas.
El asesinato de Fernando de tan solo 13 años en barrio 26 de marzo esta semana es el terrible reflejo, una vez más, de la inacción de la Policía salteña. Al igual que el femicidio de Rosa Sulca en Villa Mitre, el homicidio del pequeño Fernando podría haberse evitado si los efectivos policiales no dejaran zonas liberadas y actuaran cuando se les solicita su presencia.
Surge de los testimonios de los familiares del menor que alrededor de dos horas antes de su asesinato ya habían dado aviso al 911 y a la subcomisaría de Villa Lavalle de la presencia de un grupo de jóvenes merodeando la zona portando armas. Según lo relatado por la familia del niño, desde la Policía de Salta le respondieron “que no podían hacer nada” porque no había una denuncia para que por orden judicial se hagan presente en el lugar.- Fue entonces cuando la madre del niño, de profesión vendedora ambulante junto a una tía se dirigieron a la subcomisaría de Lavalle para radicar la denuncia tal como la misma policía le había pedido. Las mujeres pidieron ayuda porque sabían que algo malo iba a suceder, porque las amenazas entre diferentes grupos son recurrentes en la zona y por qué están acostumbradas a que la policía “no se meta”. No se equivocaron y pese a denunciar que iban a matar a alguien la misma fuerza policial no lo evitó. No es nuevo que existen zonas liberadas en algunos barrios de Salta, pero ¿a quiénes y por qué protege la Policía?
Seis detenidos
La fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, imputó este miércoles a tres hermanos: Nahuel Morales, César Morales, Facundo Morales, y a Sebastián Meriles como coautores del delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos o más personas. También fue imputado un menor de 15 años de edad como autor del delito. Además se encuentra imputado por el mismo delito, Ángel Gabriel Tejerina.
Salinas Odorisio explicó que el informe preliminar de autopsia del menor fallecido, reveló que el deceso se produjo por shock hipovolémico por lesión de arma de fuego en la zona toraco abdominal.
La fiscal explicó que la investigación continúa con la recepción de testimoniales en sede fiscal y con el cumplimiento de diversas medidas solicitadas para lograr el esclarecimiento del hecho. Resta saber cuál es la lucidez de la justicia para determinar las responsabilidades policiales que, nuevamente, ante un pedido explícito y por peligro de muerte, mira para otro lado. ¿Es la Policía que necesitamos?