El gobierno nacional unificó “Argentina Trabaja” y “Ellas Hacen” bajo el nuevo programa “Haciendo Futuro”. Se busca así generar un proceso de desarticulación de cooperativas, como uno de los principales soportes colectivos. Qué es lo que sucede en Salta. (Jessica Aparicio)
Se asoma el sol por la Avenida Autódromo, temprano, en el barrio que hace honor al mismo nombre que su avenida principal, por la zona este de la ciudad de Salta. Un grupo de vecinas se acerca a la casa de Natalia, para terminar de producir un juego de cartucheras, grandes y coloridas, con motivo del inicio de clases. Las chicas se conocieron allá por el año 2014, en el marco del Programa lanzado por el Ministerio de Desarrollo Social “Ellas Hacen” (2013). Esta política pública nucleaba a mujeres con tres o más hijos y/o hijas, siempre que percibieran la Asignación Universal por Hijo o hubieran sido víctimas de violencia de género. En Salta, alrededor de 4500 mujeres eran beneficiarias de este programa.
Dentro de ese total surgió la cooperativa “Unión y Compromiso”, de Barrio Autódromo. Un grupo de treinta mujeres, de distintas edades, con diferentes trayectorias y experiencias de vida, se juntaron por voluntad del programa que comenzó a generar instancias de organización. Natalia y las chicas recibieron capacitaciones laborales, en salud; talleres sobre violencia de género y hasta terminaron en conjunto la secundaria, a través de disposiciones del mismo programa. Después de muchos obstáculos, ires y venires, lograron iniciar el camino para poder pensarse como cooperativa textil.
Alejándonos de la Capital, al sur de la provincia de Salta, la cooperativa Trabajo y Pueblo viene ganando terreno en la fabricación de termotanques solares. Magui, de la Corriente Clasista y Combativa, cuenta que, la misma, estuvo contemplada en el Programa Argentina Trabaja. Forman parte treinta personas, que con mucho esfuerzo siguen manteniendo la organización a pie. Argentina Trabaja nació en 2009 y también dependía del Ministerio de Desarrollo Social.
Los programas estatales Ellas Hacen y Argentina Trabaja se fusionaron para dar lugar al programa Haciendo Futuro. Dicha modificación, lejos de buscar simplificar la gestión de los programas, busca desorganizar y descooperativizar los procesos, las relaciones y los modelos sociales encarados, por ejemplo por la Cooperativa Unión y Compromiso y la Cooperativa de Trabajo y Pueblo.
Un modo alternativo
En la provincia de Salta, según informó INDEC durante julio del año pasado, la economía informal llegó al 45%, un número alarmante con respecto a la media nacional. Dentro del espectro que esta abarca, el cooperativismo se lleva la mayor parte. El mismo comenzó a tener un fuerte impacto sobre el universo del movimiento cooperativo y como forma de implementación de proyectos laborales y productivos en sectores populares a partir de los años 90. Con la crisis del año 2001, se desarrollaron modalidades de trabajo colectivo auto gestionado para poder sostener, en algunos casos, y generar, en otros, la fuente de ingresos que permitiera subsistir a los/as trabajadores/as y sus familias
Según detalla el informe de Idelcoop y el Programa Facultad Abierta a través del proyecto «Cooperativas de trabajo y seguridad social en Argentina», para el año 2003 y 2006, a través del Instituto de Asociativismo y Economía Social (INAES), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de las Resoluciones 2038/2003 y 3026/06, se generaron mecanismos para favorecer la creación de estas cooperativas de trabajo, que luego fueron enmarcadas en distintos programas gubernamentales: como el Argentina Trabaja y el Ellas Hacen.
Ya durante el trascurso del año pasado los y las beneficiarios de ambos programas fueron alertados sobre las posibles modificaciones en las normativas de los programas. Así, durante el 2018, a través de la resolución 151/18 de la Secretaría de Economía Social, se lanzó el Programa Haciendo Futuro, que establece una nueva normativa donde ya no es requisito mantener las cooperativas de trabajo, sino cumplir con un cierto número de horas de capacitación, entre otras exigencias individuales.
¿Haciendo Futuro?
El informe lanzado el año pasado por el Grupo de Trabajo del Ministerio de Desarrollo Social de la Fundación Germán Abdala “¿Hacemos Futuro? Apuntes para la discusión” pone sobre la mesa el trasfondo de la disolución de los programas gubernamentales que fomentaban la creación de cooperativas. Haciendo Futuro se trata, así, de un programa de transferencia condicionada de ingresos que comprende la percepción de un subsidio para capacitación de carácter personal. Específicamente busca “empoderar” y “optimizar” las trayectorias.
En primera instancia, el Ministerio de Desarrollo Social cesa sus responsabilidades sobre la operatoria y pasa al ANSES. Se termina la figura de entes ejecutores, constituidos por gobiernos municipales o provinciales y organizaciones sociales, eliminando a su vez referencias territoriales para las los titulares, reforzando el concepto individualista y el debilitamiento la redes de contención sociales
El informe denuncia que “se abandonó la inclusión laboral y el mejoramiento de las condiciones de vida de los entornos barriales de los titulares como propósito de los programas. Los programas creados a partir de 2009 tenían como principal objetivo la promoción del desarrollo económico en los territorios y la inclusión social con generación de puestos de trabajo, teniendo como eje el trabajo organizado y comunitario”.
Un proyecto de país
En Argentina Trabaja se busca generar un proceso de descooperativizacion, desestimando la economía social y solidaria, y en Ellas Hacen, se genera un aislamiento tendiente a fortalecer la reclusión de mujeres. Sin ir más lejos, las mujeres de barrio Autódromo no lograron sostener los requisitos legales para mantener la matrícula de la cooperativa; aun así, siguieron manteniendo instancias colectivas de producción, aun sin poseer el respaldo estatal para ser cooperativa. Por otro lado, los y las trabajadores de la Cooperativa Trabajo y Pueblo pudieron, con mucho esfuerzo, resistir. Queda entonces a merced de la suerte y la voluntad de los beneficiarios organizados poder seguir o quedar en baja, ante la ausencia del Estado.