El hecho ocurrió este viernes cuando la referente de lucha contra la trata del norte provincial y presidenta de la Fundación Volviendo a casa fue detenida por disposición del gerente del Hospital San Bernardo, luego que Soria denunciara abandono de persona con su madre internada. Desde el nosocomio en cambio la tildaron de “violenta”.

Activista de los DDHH y presidenta de una fundación de lucha contra la trata de personas Isabel Soria fue detenida por disposición del gerente del Hospital San Bernardo ante la situación médica que afronta su madre, según ella misma contó. “Me detuvieron sin hacerme la denuncia, me trajeron a la comisaría y recién están por realizarla. Albeza tiene más derecho que yo”, mencionó Soria.

El hecho ocurrió este viernes 5 de abril, cuando Isabel Soria reclamó los malos tratos que recibe su mamá, internada en el nosocomio público tras ser operada, hace un mes por un quiste ovárico que derivó en otras problemáticas. El gerente doctor Ramón Albeza, en discusión ante la exigencia de Soria, por una auditoría médica, mandó a la policía sin orden judicial a detenerla.

Inmediatamente a conocida la noticia de su detención militantes feministas de la provincia repudiaron la arbitraria detención y emitieron un comunicado.

“El movimiento feminista de la provincia de Salta repudia la arbitraria detención de la activista por los derechos humanos y referente de la Fundación Volviendo a Casa, Isabel Soria. Isabel Soria concurrió al despacho del Director del Hospital San Bernardo, Ramón Albeza, para solicitar una junta médica sobre el estado de salud de su madre quien permanece internada hace un mes en dicha institución, en una situación que se agrava día a día sin obtener información segura, clara y precisa, aún habiéndola solicitado personalmente y por nota con acompañamiento legal. Luego de la discusión, nuestra compañera fue detenida y trasladada a una sede policial sin tener una denuncia radicada en su contra ni estar cometiendo ningún tipo de delito, más que rogar a los médicos información sobre la salud de su madre y advirtiendo el abandonó y el trato indigno de la paciente”, señalaron y agregaron: “Estamos frente a un hecho de violencia institucional, en donde una vez más, la corporación médica, niega información y derechos, dejando a pacientes y familiares librados a su suerte. Exigimos la inmediata liberación de nuestra compañera Isabel Soria, que no se le impute ningún delito y que el plantel médico responsable de su madre le otorgue la información requerida por ella desde el inicio de su internación”.

El pedido de junta médica

Con fecha de 4 de abril, Soria le envió una carta al gerente del hospital en donde le exigía una “junta médica” a los fines de informar el estado de salud de su madre. En la misiva además les informaba al gerente y a profesionales médicos el inicio de acciones penales por violencia institucional, mala praxis y vulneración de derechos humanos de los adultos mayores. 

En la nota Soria además detalló todas las faltas de cuidado que tuvieron los profesionales médicos contra su madre. Describió la violencia institucional que sufrió por parte de la gerencia y de todos los médicos intervinientes “totalmente ajenos y deshumanizados de la relevancia de su función”. Además reflejó la violencia psicológica contra la paciente subestimando su situación durante mucho tiempo sin brindarle la debida atención “consumiendo la salud de una mujer adulta mayor en estado de vulnerabilidad”.

La respuesta oficial

A través de un comunicado desde la Gerencia General del Hospital San Bernardo dieron su versión de los hechos expuestos por Soria. Según aseguraron “la detención de la Sra. Soria se debe a hechos de violencia detallados más abajo y no al pedido de junta médica solicitado por la misma para revisar la atención de salud de su madre –quien está internada en el hospital- la cual se había realizado horas previas al incidente”.

“En cuanto a los incidentes denunciados penalmente, informamos que ocurrieron en horas del mediodía, cuando la Sra. Soria ingresó de manera violenta a la oficina de Gerencia General, profiriendo amenazas de muerte e insultos al personal presente en la oficina (gerentes, contador, administrativos, etc.) y arrojando contra la pared dos vasos y una jarra de vidrio”, describieron y afirmaron que en todo momento le brindaron toda la atención correspondiente.