Dos policías fueron condenados a ocho años de prisión por los apremios ilegales y las torturas contra un detenido dentro de la investigación por la muerte de Noelia Rodríguez. También se los inhabilitó de forma perpetua para ejercer en la fuerza.

Marcelo Rubio y Rubén Ángel Aguirre, fueron condenados a ocho años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer en la fuerza por ser autores de los delitos de apremios ilegales agravados y torturas contra José Cayetano Sulca.

El 21 de mayo de 2014, Sulca fue detenido y trasladado a la comisaría de Guachipas para que declarara sobre el asesinato de Noelia Rodríguez. Según declaró posteriormente Sulca, los policías le preguntaron si él era el asesino, golpeándolo y torturándolo, incitándolo a “confesar”.

Según informó El Acople Informativo, al día siguiente, Sulca fue trasladado a declarar y nuevamente a la comisaría, donde continuaron las torturas. Al poco tiempo, fue liberado. Presentó la denuncia el 26 de mayo de ese año.