Los femicidios impunes y las desapariciones de mujeres recientes en Salta, nos lleva a preguntarnos si realmente existen acciones de políticas de género en nuestra provincia. (Guadalupe Macedo)
Según el plan de acción para la prevención, asistencia y erradicación de violencia contra las mujeres (2017- 2019) de la ley 26485 en este año se deberían haber capacitado a personal del Estado nacional y provincial, profesionales, funcionarios, efectores de la salud y la justicia en materia de prevención, actuación y erradicación de la violencia de género. Este año se debería haber efectivizado todas las medidas dispuestas en ese plan a partir de la firma de convenios con diversas instituciones, organismos públicos, los convenios existen pero todavía no hay un abordaje integral en el funcionamiento de los mismos.
En Salta tenemos organismos que se encargan del monitoreo y formación en cuestiones de género. El polo integral de la mujer se encarga del acompañamiento y atención a víctimas de violencia de género. Otro organismo es el Observatorio de violencia contra la mujer encargado de desarrollar “un sistema de información permanente que brinde insumos para el diseño, implementación y gestión de políticas públicas tendientes a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres; contribuir a la transversalización de la perspectiva de género en todas las reparticiones del Estado, especialmente en aquellas que resultan vitales en su servicio a las mujeres víctimas de violencia; y servir de guía para un adecuado proceso de articulación institucional que haga eficaces y efectivas las respuestas estatales” publican en la página del observatorio.
La Ciudad de Salta, ubicada en el Norte de Argentina, es una de las ciudades con mayor machismo, sexismo y conservadurismo del país, donde se registran el mayor número de muertes por femicidio y casos de violencia de género. En la semana se registró un femicidio de Sandra Sylvia Palomo, una maestra de 52 años y la desaparición de tres mujeres en la ciudad de Salta: Rocío Evelin Corregidor, de 14 años de edad; Paula Aldana Terán y Carolina Chavarría.
La vulneración se da de manera constante por la discriminación que existe en la provincia, pero se profundiza en el género (femenino y trans) donde las estructuras jerárquicas se convierten en un mecanismo social de construcción de identidades, de pautas de comportamientos agrandando la brecha de desigualdades. Las mujeres y disidencias sufren el empobrecimiento y viven situaciones de violación a sus derechos.
El patriarcado utiliza la dominación económica y social para poder restringir las actividades que debe realizar una mujer, otorgándole pautas de comportamiento que debe cumplir. La desigualdad en el acceso está dada por el sexo donde se diferencia y estereotipa las tareas que debe realizar cada persona por su condición biológica perpetuando de esta manera las relaciones desiguales de poder ya que se establecen estereotipos que reproducen roles y lugares donde debe actuar cada sexo lo masculino en lo público y lo femenino en lo privado. Estableciendo siempre las tareas femeninas como menores y estableciendo limites hasta dónde puede llegar una mujer. El feminismo lucha por una igualdad de derechos sin la homogenización teniendo en cuenta que el género, es entendido como una construcción cultural y social atravesado por diversas categorías. La sociedad salteña está basada en parámetros sociales del Patriarcado donde el padre es “el protector” para mantener el poder y la dominación sobre los cuerpos y la vida de las mujeres y las disidencias.
Una política pública que sea efectiva en cuestiones de género dentro de la sociedad salteña debe ir más allá de dar una capacitación a un grupo de personas.
Estas características de la sociedad salteña llevan a que el trabajo para la erradicación de la violencia contra las mujeres sea un gran trabajo que implica formar en género a personal estatal. Es necesaria la formación a agentes de la salud, policía de la provincia, profesionales que actúen de correcta manera a la hora de abordar cuestiones de violencia. El Observatorio que recibe fondos provinciales para la formación de agentes provinciales en género, en su página web suben los cursos y talleres que realizan. Capacitaron a un porcentaje de la Policía provincial, parte de personal de salud pública. En el ámbito nacional capacitaron a investigadores de Salta y Jujuy del Conicet y está interviniendo en la formación del protocolo de la Universidad Nacional de Salta. Es decir que actúa un organismo provincial en ámbitos nacionales.
Una política pública que sea efectiva en cuestiones de género dentro de la sociedad salteña debe ir más allá de dar una capacitación a un grupo de personas, sino trabajar de manera integrada y transversal para aprender y desprender concepciones machistas que existen para desandar y después buscar mejores formas de actuación. Existen protocolos pero los mecanismos de acción dentro de los sistemas públicos no los cumplen, siguen re victimizando a mujeres que se acercan a pedir ayuda.