“Nos quieren disciplinar”, aseguró el diputado del Movimiento Evita Leonardo Grosso. Los gendarmes soltaron un perro para que lo agrediera.

“La única jefa del operativo es (la ministra de Seguridad) Patricia Bullrich, y no va a hablar con vos”, fue la respuesta que obtuvo el diputado del Movimiento Evita Leonardo Grosso de parte de los gendarmes que, al mismo tiempo, soltaron un perro para que lo agrediera. Una multitudinaria movilización de los movimientos sociales (ver aparte) terminó con la única respuesta que parece tener el gobierno macrista para la protesta social: represión. “Nos quieren disciplinar a los palazos”, dijo el legislador apenas salió del hospital.

“Es inconcebible la generación de violencia de parte del Estado. Fue una movilización masiva y pacífica y cuando quisimos hablar con el jefe del operativo para abrazar el Congreso la respuesta fue cagarnos a palos”, contó Grosso, que tuvo que recibir curaciones en la guardia hospitalaria por la mordida que le propinó el can a pedido de su guardián. “El mensaje político es muy fuerte cuando nos responden que la jefa del operativo era Bullrich y que no iba a hablar con nosotros”, señaló el dirigente peronista de San Martín sobre la respuesta y la violencia ejercida sin motivos por las fuerzas de seguridad.

“La respuesta son palos y no importan las consecuencias. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel son víctimas de esta política””, afirmó el diputado, recordando a las víctimas fatales de las políticas represivas que implementa el macrismo. “Quieren disuadir a la gente con violencia para que no se movilice mañana (por hoy). La movilización de la gente es cada vez mayor y esto se ve en los diputados que empiezan a rever su voto”, analizó Grosso, anticipando posibles cambios en la decisión de algunos legisladores ante la reforma previsional. “Quieren apurar la votación porque la presión empieza a ser muy fuerte. Va a haber mucha gente en la calle (hoy) y el paro del viernes va ser contundente”, agregó el dirigente del Movimiento Evita, todavía dolorido por la mordida y por las vacunas antirrábicas que recibió por protocolo médico.

“Ojalá que lo que pasa en la calle podamos reflejarlo en el recinto construyendo una mayoría que rechace esta reforma”, destacó finalmente todavía con la camisa rota del mordiscón canino.

Fuente: Página 12