“Nos vieron cara de bobos” dijo Alfredo Olmedo reapareciendo en la escena mediática para denunciar fraude en las elecciones del domingo pasado. La intensión parece ser evitar que Romero sea la cara de la derrota y que Olmedo se haga cargo junto a otros candidatos del fracaso electoral. (Gonzalo Teruel)

Después de esconderlo durante varias y largas semanas, en los últimos días el romerismo volvió a poner en la escena política a Alfredo Olmedo. Esta nueva aparición del candidato a vicegobernador en los medios de difusión de la capital provincial es notoriamente contrapuesta con la estrategia de campaña para las primarias en la que Juan Carlos Romero caminó Salta y Olmedo el norte, sobre todo Orán.

Tras la paliza del domingo todo parece indicar, entonces, que la intensión de los estrategas de la campaña es evitar que Romero sea la cara de la derrota y que Olmedo comparta -y se haga cargo junto a otros candidatos- del fracaso electoral del frente opositor y de las endebles denuncias de fraude.

Acostumbrado a estar en el centro de la polémica mediática, el sojero salió a sostener esa teoría del fraude y a renovar las denuncias por el funcionamiento del sistema de voto electrónico. “Las máquinas electrónicas están cargadas para el fraude” acusó y dijo que “las pruebas del fraude están en la justicia y la gente comenta”. Aunque lo real y cierto es que el Tribunal Electoral informó lo contrario en una conferencia de prensa encabezada por el titular de la Corte de Justicia, Guillermo Posadas, quien explicó que “no hubo denuncias concretas de fraude que fueran presentadas dentro del plazo legal por los candidatos o los apoderados de las fuerzas que compitieron en las elecciones”.

La contundencia del testimonio de Posadas y los resultados coincidentes entre el escrutinio provisorio con los del conteo definitivo -y con la auditoría informática- no acallaron a Olmedo que siguió martillando con la teoría conspirativa. “Hace tiempo vengo planteando que es muy curioso lo del voto electrónico: nosotros ganamos en Capital, Orán, Güemes y Rosario de Lerma, entre otras ciudades grandes, y perdimos la elección…” dijo en un intento por sembrar la duda sobre los resultados del domingo.

Un par de días antes, sin embargo, los apoderados del frente Oscar Rocha Alfaro y Luís García Salado plantearon irregularidades y pidieron que se amplié el cupo de apertura de urnas pero evitaron individualizar al responsable de la supuesta trampa electoral. Sugirieron, igual que los candidatos, la utilización del voto en papel para las elecciones de mayo algo que saben es imposible y contrario a la normativa electoral provincial.

“Se pueden abrir todas las mesas y todas van a dar bien porque ahí está la trampa” dijo Olmedo y desarrolló, sin mayor rigor técnico, su hipótesis “si usted vota una fórmula y se imprime otra, no va a haber ningún error en el conteo”. Además apuntó contra la empresa proveedora del sistema electrónico, Magic Software, y evitó personalizar la acusación.

“Las máquinas tragamonedas están programadas para robarle y las maquinas del domingo estaban programadas para no dar el resultado que correspondía” enfatizó en una increíble analogía pero no pudo explicar qué no realizó una denuncia penal y sólo enumeró incomprobables deficiencias técnicas como que “las maquinas ya estaban cargadas”. Finalmente y entre tanta estrafalaria acusación, Olmedo sugirió que “nos dijeron que las maquinas eran bobas pero quedó demostrado que nos tomaron de bobos a algunos… nos vieron cara de bobos…”. A confesión de parte…