Un gran desarrollador Inmobiliario se encuentra ansioso por avanzar en un futuro barrio privado, llamado La Verbena, que estará ubicado camino al aeropuerto. Un nuevo capítulo para la historia que describe el camino paralelo entre la excepción y la ley.
Por AURELIO «EL NEGRO» ROLDAN
De mediados de los ’90 a esta parte, Salta es tierra fértil para especuladores y conocidos «desarrolladores inmobiliarios», que pese a la actual incertidumbre de la economía no descansan.
En la semana se repitió una escena ya vista no solo en el concejo de Capital sino también en el de San Lorenzo. Una edil pidió la preferencia de tratamiento para un expediente que planteaba la aprobación de excepciones para un barrio privado a cargo de uno de los desarrolladores más poderosos: Proyecto Norte, de Beccar Varela.
Antes de comentar sobre la firma, recordemos que tal iniciativa ya había sido rechazada y sin embargo, la concejal Candela Correa insistió con el pedido. La preferencia de tratamiento “con o sin dictamen de comisión”, fue la rotunda exigencia de Correa.
Romina Arroyo, rápida de reflejos, bloqueó la iniciativa señalando que “el expediente del loteo La Verbena es amplio y es necesario hacer un análisis del mismo”. Lógicamente, el pedido de preferencia de semejante negocio fue rechazado por mayoría.
Sin embargo, el apuro de Cande por un proyecto que ni siquiera había pasado por comisiones, abrió sospechas sobre la posibilidad que alguien más poderoso podría haber estado influyendo en la precaria alocución de su defensa que se escuchó en la sesión virtual del último miércoles.
Peces Gordos
Proyecto Norte SRL, es una desarrolladora salteña que ha logrado posicionarse fuertemente en el mercado inmobiliario desde hace dos décadas. Mariano Beccar Varela comenzó con el emprendimiento y tiempo después incorporó a su hijo, Iván, y a sus hermanos Gastón y Jonás; en tanto, la gestión comercial quedó en manos de un hombre con un apellido aristocrático ligado al C20 y a la política salteña. Así, con familiares directos y amigos con íntimos contactos con el poder (gente como uno, che!), se consolidó la exitosa empresa.
Su gran salto fue con el “desarrollo” de las 90 hectáreas de Finca La Ciénaga que el gobierno de Juan Carlos Romero compró en 1998 para la construcción de viviendas, a través del Programa “Familia Propietaria”, pero que finalmente terminaron, en 2009, en manos de la empresa Estancia El Carmen (propiedad de la familia Romero) y posteriormente fueron el lugar para lujosos barrios privados ejecutados por Proyecto Norte.
El Tipal, Praderas de San Lorenzo, Las Quintas, Los Invernaderos, El Rincón y La Trinidad, al oeste de la Avenida Circunvalación, y Jardines de San Lorenzo al este de la misma carretera son algunos de los countrys que enaltecen a la compañía.
Ahora pretenden llevar a cabo La Verbena, un lugar que es publicitado como único, a pocos minutos del centro de la ciudad, que tendrá bibliotecas, piletas de natación, plazas, gimnasios, ciclovías y otros lujos.
Nadie duda de la capacidad de obra de la familia Beccar Varela ni de la billetera de sus clientes, los cuales estamos seguros que saben dónde poner su dinero. “Se podría interpretar que estamos en una burbuja inmobiliaria, pero no podemos hablar de eso porque la plata con la que se construye es real, no hay hipoteca ni créditos”, aclaró en una entrevista a La GACETA Jonás Beccar Varela, encargado de la comunicación y marketing respecto a los que confían en la firma.
Ahora de dos cosas llaman la atención, en primer lugar, cuesta creer que gente tan importante se haya devaluado al punto de tener de operadores en el concejo a ediles que tienen notables dificultades con la lengua castellana como hacer sonar la letra S y peor aún que no tengan en cuenta los mínimos requerimientos de rigor en el correspondiente visado municipal.
¿Lobby?
Las cabezas mal pensadas, no dudaron en conjeturar que la torpeza de la chica fitnes- devenida en representante ciudadana- fue una muestra de lo que se conoce como Lobby, sin embargo, como quedo dicho es difícil vincularla simplemente por el hecho de que cande vive en Las Praderas, country a cargo de los prestigiosos desarrolladores mencionados.
Fuentes consultadas , comentaron off the record que Beccar Varela ya habría pasado por Aguas del Norte para resolver el tema del agua ya que sino tendría que haber invertido en una millonaria obra desde el aeropuerto hasta la rotonda de Limache. Gracias a su gestión consiguió que le hagan la red, para la gente que adquiera los costosos lotes que cuestan por arriba de los 60 mil dólares.
Frente a los desarrolladores, la municipalidad nunca fue fuerte. Para que las cosas sigan funcionando es mejor siga la cultura de la excepción.
Un centro para los desarrolladores
Teniendo en cuenta los mecanismos formales para que el proyecto se concrete, aunque creemos que Beccar Varela lo sabe, y a modo de los menesterosos desarrolladores que lo ignoran, a modo de servicio se lo recordamos:
-Visado municipal.
-Presentación en Inmuebles para el control del proyecto.
-Cumplir con factibilidades de servicios de agua y luz
-Impacto Ambiental y Social
-Visado municipal final
-Ordenanzas de donación de calles, espacios verdes y espacios de uso institucional municipal. Si es que es un proyecto de loteo abierto y dentro del ejido urbano del municipio
– Visado final de inmuebles
-Visado del Ministerio de Obras Publicas
– Vuelta a inmuebles para confeccionar cédulas parcelarias