Un incendio que se desarrollaba sin control en la zona de Seclantás se apagó gracias a la nieve y la lluvia que se precipitaron en el lugar. Los Bomberos Voluntarios no tenían los recursos necesarios para combatir las llamas.
No vaya a creer que fue el gobierno, mediante los recursos necesarios aportados a algo tan necesario como el cuidado del medioambiente. No. El planeta se las arregló solito, porque si la Pacha esperaba algo de los hombres, todavía estaría en medio de las llamas.
Lo que sucedió fue patético: un incendio de gran magnitud se apagó gracias a la lluvia y a la nieve que cayó en la zona. Los Bomberos Voluntarios poco pudieron hacer, ya que no contaron con recursos ni apoyo.
Ocurrió en las serranías de Seclantás y Brealito. Allí se inició un incendio el jueves por la noche que se extendió hasta anoche. Según informó Radio Salta, los Bomberos Voluntarios de la zona combatieron las llamas sin apoyo aéreo ni de la Brigada Forestal de Defensa Civil. Apenas ayudaron las familias (niños incluidos) y los policías del lugar.
El fuego se inició cuando un puestero perdió el control de unas llamas que había iniciado para alejar a animales de la zona.
En la emisora, el subsecretario de Defensa Civil, Ernesto Flores, dijo que un equipo de brigadistas forestales de ese organismo iban a iniciar recién hoy un operativo en Brealito, pero las tareas se suspendieron por el cambio del tiempo, que apagó el incendio.