Candelaria Torres es la primera mujer salteña seleccionada con una beca para estudiar un Bachillerato Internacional. Rendirá sus últimas materias para terminar el secundario y viajará a China donde cursará dos años en el colegio Changshu. (Andrea Sz)
Autodefinida como una ONG educativa mundial que une a jóvenes de todo el planeta, Colegios del Mundo Unidos (UWC) seleccionó a tres salteños para que cursen en distintas partes del mundo estudios de nivel preuniversitario, lo que dentro de esta ONG se conoce como Bachillerato Internacional (IB). Candelaria, de 18 años recién cumplidos, se convertirá así en la primera mujer salteña en poder acceder a una beca de este programa. Junto a ella fueron elegidos otros dos estudiantes de nuestra provincia: Federico Cedolini, quien cursará en el Pearson College, Vancouver de Canadá; y José Ginocchio, que lo hará en el Colegio del Mundo del Adriático, en Italia.
La beca cubre el 79% de los gastos educativos que correrán por cuenta del colegio chino, mientras al 21% restante los afrontará con ayuda de su familia. “Tuvimos que pagar los pasajes, y todo lo que implique un gasto extra corre por mi cuenta”, explica Candelaria. Estos gastos tienen que ver con ropa, viajes y otros que demanden su estadía. Según comentó, existen diferentes clases de becas: “Algunas te cubren un mayor porcentaje de los gastos, depende el colegio que te toque”.
Uno de los principales obstáculos con que nos topamos a la hora de pensar en estudiar en el extranjero es el aspecto económico. ¿Solo estudiantes de determinadas clases sociales, de colegios privados y que cuentan con el apoyo familiar pueden hacerlo? ¿Qué posibilidades tienen los demás estudiantes?
Candelaria resaltó los aspectos positivos de la beca que ganó y expresó: “Considero que unas de las mejores partes de UWC es que al ser una ONG que no hace ningún tipo de distinción, todos los jóvenes pueden acceder a las becas sin importar su situación económica, pues si bien las becas cubren distintos porcentajes, siempre se vela por mostrar con equidad los distintos sectores de la sociedad. Por otra parte, es cierto que existen montos que las familias deben cubrir, y por esa razón, creo que el sector público debería apoyar más una iniciativa educativa tan importante, sobre todo para aquellos chicos que tengan dificultades para cubrir algunos gastos”, señaló y agregó que hay programas que apuntan a que estudiantes con padres en conflictos con la ley, chicos de escuelas rurales y de escuelas del interior también puedan participar.
Candelaria asistió al colegio parroquial dependiente de la Arquidiócesis de Salta, Nuestra Señora de la Merced, pero para poder viajar a China con el secundario completo se cambió al Cedsa. Allí rendirá las últimas materias para acceder al título de educación media, puesto que el IB equivalente a los últimos dos años del secundario, no tiene validez en nuestro país. Cuando se enteró de la beca junto a su familia “tocaron muchas puertas”, buscando apoyo económico pero no obtuvieron ayuda ni estatal ni privada. “Pese a que hay empresas que deben cumplir con la responsabilidad social (RSE)”, explica. El concejo deliberante de la ciudad por ejemplo, solo le entregó una plaqueta recordatoria que otorga “reconocimiento al Mérito”.
Abrir el camino
Actualmente la convocatoria de plazas y becas 2017 se encuentra disponible para todos aquellos estudiantes que quieran inscribirse. Según reseñan, los Colegios del Mundo Unidos se basan en la formación integral. En referencia al programa académico en el IB, los estudiantes no están obligados a elegir un itinerario, el sistema de aprendizaje se acerca mucho al modelo universitario, y explican, los estudiantes deben dedicar una serie de horas a la semana a desarrollar una actividad creativa (pintura, música, teatro, danza…), a realizar deportes y a formar parte de un servicio a la comunidad en la que se enmarca cada colegio.
Candelaria comentó que se enteró de esta beca a través de un primo quien ya había sido seleccionado para estudiar en el colegio noruego Red Cross Nordic y explicó que existen dos etapas de selección: “La primera es un examen escrito de cultura general, la segunda es un campamento, una etapa vivencial en una época del año en un grupo de 40 o 50 chicos que conviven durante tres días, donde se realizan debates, entrevistas y otras actividades. En el que yo participe se realizó en Mendoza”.
En cuanto al examen señaló que es muy diferente a todos los que había tomado: “es más bien de pensamiento lateral, después te explican que el examen en realidad lo que busca es evaluar tu potencial, no cuanto sabes sino cuanto podes aprender”.
Aunque el examen también tiene un costo (que ronda los $100) la joven estudiante destaca que en la selección no existen requisitos en cuanto a la excelencia académica: “vos mandas un perfil donde escribís mucho sobre vos, qué cosas te gustan y qué no. El comité selecciona algunos perfiles y los mandan a todos los colegios que forman parte de la UWC, allí es cuando eligen a cuál de los 15 colegios vas a ir”.
Candelaria comentó que se siente honrada de ser la primera mujer salteña elegida para participar de esta experiencia: “Representa no sólo una gran oportunidad personal, sino también una manera de mostrar que el movimiento no hace ningún tipo de distinción, y que confía plenamente en el potencial que tenemos las chicas, muchas veces subestimadas. Dentro de poco estaré viajando a China, un país del otro lado del mundo, y si bien no fue mi elección, agradezco enormemente haber sido elegida. Por esa razón, espero que muchas más chicas se interesen y se postulen para las becas de UWC, con el convencimiento de que ser mujer no les representa desventaja alguna”.
Otro aspecto positivo que acentúan desde la ONG tiene que ver con la diversidad cultural, Candelaria convivirá con estudiantes de todo el mundo, de diversos entornos y contextos diferentes. El año que viene por ejemplo tendrá compañeros refugiados sirios.
Para transformar la educación
La joven que piensa estudiar Relaciones Internacionales una vez que culmine su beca dio su opinión sobre el sistema educativo local al que considera obtuso: “Yo creo que somos estudiantes del siglo XXI con educación del siglo XX, pienso que hay muchas cosas con la que no se están trabajando, cuestiones como las inteligencias múltiples. Lo único que se valora son las notas de los exámenes cuando en realidad deberían verse la totalidad del alumno. Debería incentivarse a hacer más cosas a los chicos, que se la pasan estudiando para los exámenes y se pierden de hacer otras actividades. También deberían proponer que los colegios trabajen con servicios sociales, para que los estudiantes salgan de su burbuja y vean cómo viven los demás”.
La joven muestra mucha seguridad al decir lo que opina de este sistema educativo, da a entender que hace tiempo viene pensando y viendo lo enfrascada que se encuentra la educación en una provincia tan conservadora. Aunque poco a poco se van viendo nuevas formas de educación, Candelaria opina que sigue faltando innovación, y al ser consultada sobre otras formas de educación no convencional señaló: “Esta bueno siempre y cuando se balancee con el conocimiento académico, me parece que depende mucho de los estudiantes la voluntad de uno no es igual al de otros, hay que incentivar a que todos tengan curiosidad. Los docentes tienen que ayudar a potenciar la capacidad de los chicos también”.
Candelaria tiene en claro las desigualdades existentes: “La calidad de la educación difiere demasiado en el ámbito privado y en el público y debería ser inaceptable en una sociedad en la que somos todos iguales” señaló e hizo mención a la importancia de la participación estudiantil y de la integración entre alumnos y autoridades educativas: “Incluso los colegios privados deberíamos tener Centros de Estudiantes y de esa manera habría más contacto entre todos”.