Se publicó en el Boletín Oficial la resolución del Ministerio de Energía que modifica los cuadros tarifarios. Se especifica que un hogar no pague este año más del 400% respecto del mismo período de consumo de 2015.
Así, un cliente residencial deberá multiplicar por cinco las facturas del año pasado para saber cuál será el techo del aumento que recibirá este año, siempre que su consumo haya sido mayor. Por ejemplo, para un usuario que el año pasado pagó 500 pesos durante el período mayo-junio, este año la factura no podrá superar los 2500 pesos para ese bimestre.
En la resolución de hoy, Aranguren también establece el tope de 500 por ciento para los comercios. Además, se compromete a llamar a audiencia pública para discutir un nuevo cuadro tarifario antes del 31 de octubre próximo.
«Instrúyese al Enargas [el Ente Regulador del Gas] a que, en el ejercicio de sus facultades, disponga las medidas necesarias a fin de que, durante el año 2016, el monto total, impuestos incluidos, de las facturas que emitan las prestadoras del servicio público de distribución de gas por redes de todo el país, que los usuarios residenciales (categoría R y sus subcategorías) deban abonar por consumos realizados a partir del 1 de abril de 2016, no superen en más de un 400% el monto total, impuestos incluidos, de la factura emitida al mismo usuario con relación al mismo período de facturación correspondiente al año anterior; es decir, que el monto facturado no supere una suma equivalente a CINCO (5) veces el monto total de la factura emitida al mismo usuario con relación al mismo período de facturación correspondiente al año anterior», reza la resolución 129/2016 firmada por el ministro Aranguren.
En el documento, Aranguren justifica que la fuerte suba en las últimas facturas de gas se debió a que en abril y mayo pasado hubo «temperaturas considerablemente inferiores (…) respecto de las verificadas en los mismos meses del año anterior».
Luego, reconoce que «se plantearon numerosas acciones judiciales contra las resoluciones que dispusieron los incrementos de precios y tarifas referidos al servicio de gas, con resultados dispares en distintas instancias y ámbitos territoriales, circunstancia que ha afectado el grado de certidumbre y claridad que deben tener los usuarios de todo el país con relación al servicio público que reciben».
Fuente: La Nación