Habrá reuniones individuales para debatir cómo se pagará anualmente el 3% “en efectivo” del 15% que reclaman los distritos. Habrá un pagaré respaldado por el Tesoro Nacional.
En el Gobierno hay conformidad con el resultado de la reunión del jueves con los gobernadores para resolver la deuda presente y futura por el 15 por ciento de Coparticipación que retiene la ANSeS. La nueva oferta, que varios mandatarios provinciales no habían comprendido al dejar la Casa Rosada, incluye la devolución de un 3 por ciento el primer año hasta llegar gradualmente a completar el 15 en 2020, y un pagaré respaldado por el Tesoro Nacional cuya instrumentación no está definida, que podría replicarse año a año hasta 2019. “Es esto o la vía judicial”, advertían ayer en el Ejecutivo y lo mismo les transmitió el ministro del Interior Rogelio Frigerio a los gobernadores en la Casa de Gobierno.
Luego de mejorar la oferta a las provincias dos veces, en el Gobierno aseguran que no habrá una nueva oferta. “Es la mejor oferta posible dadas las condiciones y el estado financiero de la Nación, aun reconociendo la legitimidad del reclamo. La emisión sería muy fácil, pero no es una opción”, sentenció el subsecretario de obra pública Ricardo Delgado. El economista que hasta hace poco trabajaba en los equipos técnicos de Sergio Massa fue uno de los ideólogos de la propuesta junto a Frigerio, el secretario de Provincias Alejandro Caldarelli el y el secretario de Interior Sebastián García de Luca. Ese equipo de Interior recibirá el miércoles a los ministros de Economía provinciales para discutir la mejor opción respecto al pagaré. Una opción, como anticipó Clarín, sería que cada distrito cambie ese documento en los bancos. La contrapartida es la alta tasa que hoy cobra el mercado, cercana al 35 por ciento.
Con los gobernadores con los que haya acuerdo habrá reuniones individuales para discutir cómo se pagará anualmente el 3% “en efectivo”, un punto sensible de la discusión. El 15% en 2016 equivale a 72 mil millones de pesos, pero las provincias deben a su vez un total de 35 mil millones de pesos. Otra opción es asignar parte de ese porcentaje a obras. Si las provincias cancelaran o redujeran sus deudas, accederían a mejores créditos. Condonar es otra carta en la negociación.
Una cosa es segura: el Gobierno solo reconocerá la deuda presente y futura; no pagará aquella retroactiva. Tampoco devolverán el 1,9% que la AFIP retiene, pero se muestran dispuestos a negociar algún porcentaje. La vía judicial también se abre en estos casos. Esgrimen que desde que desde el 10 de diciembre el Gobierno ya adelantó 18 mil millones de pesos de coparticipación. Además añaden que cancelaron la deuda heredada hasta el 10 de diciembre.
La provincia de Buenos Aires es financiera y políticamente la que más preocupa al Ejecutivo. El distrito de María Eugenia Vidal es la que menos plata recibe del Fondo del Conurbano bonaerense. Se lleva $ 650 millones contra los $ 5370 millones que recauda Santa Fe. “Al menos habría que cambiarle el nombre”, se quejó la gobernadora frente a sus pares. Santa Cruz es otra de las provincias más “discriminadas” en materia de coparticipación. Alicia Kirchner por ahora se niega a enviar los documentos necesarios para exigir más plata.
Los gobernadores más dialoguistas del peronismo ayer volvieron a mostrarse cerca del Gobierno para dar luz verde al pago de los holdouts. “Ellos también necesitan crédito externo”, dijeron.
En el Gobierno quieren llegar a un acuerdo que tendrá réditos políticos, pero paradójicamente reconocen que si las provincias optaran por demandar a la Nación como hicieron exitosamente San Luis, Santa Fe y Córdoba, probablemente no será esta gestión ni la próxima la que tenga que hacer frente al pago de esa deuda. “El fallo de la Corte Suprema a favor de esas provincias fue caprichosa y para marcar la cancha y no necesariamente siente jurisprudencia”, señalaron.
Fuente: Clarín