Aunque en Salta lo criticaron rotundamente, en Jujuy ya comenzó la separación de las fronteras argentina y boliviana con un cercado perimetral.
Luego de que se conociera la noticia de que el Fiscal Federal José Luis Bruno habría propuesto la construcción de una muralla que separe las fronteras de Argentina y Bolivia, con el objeto de disminuir los delitos fronterizos, aunque más tarde se negara, se conoció hoy que ya se ha iniciado el cercado que separa a ambos países.
Según publican medios jujeños, frente a las dificultades para controlar eficazmente la zona fronteriza, el Gobierno nacional inició la instalación de un cerco perimetral que llegaría a cubrir una distancia de aproximadamente 1 km.
La obra de la valla contenedora irá hasta la avenida Jujuy, ubicada aproximadamente a 800 metros del puente internacional. El objetivo es que un retén de Gendarmería Nacional controle la avenida Jujuy, cuyo tránsito fronterizo se presenta con mucha fluidez, pese a ser ilegal y desviarlo al puente internacional.
Hace poco se instaló la polémica cuando el fiscal salteño sugirió construir un muro en la frontera con Bolivia para combatir esta problemática. Dicha sugerencia estuvo acompañada por argumentaciones tales como que a los bolivianos no les “interesan las soluciones” en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y que la frontera está “desprotegida”.
El cercado que, hoy por hoy, se está instalando en la frontera entre las ciudades de La Quiaca y Villazón, dista bastante del muro que propone el funcionario judicial salteño, aunque para muchos es una» barbaridad» que viene a dividir a dos pueblos hermanos, informó Jujuy al momento.
Otros, sin embargo, pobladores de La Quiaca en su mayoría, celebran la medida puesto que sostienen que si la gente necesita o desea pasar de un lado a otro, debería hacerlo a través del paso habilitado que es el puente internacional y no hacerlo a escondidas de los controles de las fuerzas de seguridad.
Consultado al respecto, el intendente electo de La Quiaca, Miguel Tito dijo no estar de acuerdo con la instalación de este cerco, ya que a su parecer se debería flexibilizar la frontera.
Por esa razón, propuso la implementación de la tarjeta de libre tránsito fronterizo para que los pobladores puedan circular sin necesidad de tanto trámite engorroso.
Por su parte, Rogelio Rendon, representante del centro cívico de Villazón se opone tajantemente a la tarjeta de libre tránsito puesto que considera que les están quitando identidad como bolivianos.
Otra de las voces que se alzaron en contra de este cerco, fue el periodista boliviano Enrique Quiquinte quien lo calificó como algo «humillante» para ambos países.
La construcción comenzó hace muy poco por lo que solo hay montada una base con sus respectivos pilares que se extiende por unos 500 metros.