En lo que va del año la gente de la Subsecretaría de control comercial inspeccionó 190 negocios dedicados a la venta de pan, clausuró 15 y multó otros tantos. Las faltas estaban relacionadas a la higiene y habilitación. De trabajadores en negro no se habló.
Hace un par de meses una panadería de calle Entre Ríos era clausurada por haber sido sorprendida nuevamente con trabajadores en negro. La sanción, según lo dispuesto por la resolución N° 726 de la Secretaría de trabajo, fue una multa de 6 mil pesos y la clausura por 10 días hábiles. Esta no es una excepción, tampoco un hallazgo casual.
En aquella ocasión el control era realizado por la Dirección de Fiscalización de la Secretaría de Trabajo del gobierno provincial.
Ahora, según informan desde la Subsecretaría de control comercial, en lo que va del año se controlaron 190 comercios en los que se elabora o comercializa con pan y afines. De esos casi doscientos negocios se clausuraron 15 por faltas graves, 4 de ellos eran clandestinos. Multaron a 50 y notificaron a otras 25 para que se ajusten a las normativas vigentes.
Las razones para las clausuras, según los inspectores, estaban ligadas a la higiene tanto en los lugares donde se producía el pan como en el caso de quienes manipulaban el alimento.
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