Belgrano conoció de cerca la capacidad heroica de las mujeres y fue el único militar en nombrarlas capitanas de su ejército: Juana Azurduy, María Remedios del Valle y Martina Silva de Gurruchaga fueron reconocidas por Belgrano y, siglos más tarde, homenajeadas por la historia latinoamericana.

Por Andrea Sztychmasjter

En el marco del 204º aniversario del “Paso a la Inmortalidad” de Manuel Belgrano, hablamos con Rosana Flores, historiadora y docente de la UNSa, sobre la figura de uno de los principales patriotas que impulsaron la Revolución de Mayo.

Para honrar la creación de este símbolo patrio y recordar a su creador, Argentina conmemora cada 20 de junio el Día de la Bandera. La efeméride, instaurada en 1938, recuerda el aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano.

Manuel Belgrano falleció en Buenos Aires el 20 de junio de 1820. Aquejado por las enfermedades, murió rodeado de soledad y pobreza. Solamente un periódico, el Despertador Teofilantrópico, dio cuenta de su muerte.

Rosana Flores, es historiadora y docente de la UNSa, Prof. Adjunta de Historia Regional en la Extensión Áulica Cafayate, Prof. Adjunta en Historia de América II y Jtp Historia Argentina II.

La profesora mencionó acciones de Belgrano muy poco retratadas como sus vinculaciones con mujeres y con algunos pueblos indígenas, y su intención de incorporarlos al proceso revolucionario.

“Estos expedientes (escritos y cartas que Belgrano escribió) nos deja ver la visión de Belgrano. Como la expedición al Paraguay cuando decide ir a ver esas comunidades que están en misión. Con respecto a la cuestión de la mujer vemos el nombramiento simbólico de María del Valle como capitana del ejército, que permite ver cuestiones no tenidas en cuenta y recuperar otros actores sociales. En este caso es mujer y parda”.

La docente manifestó además otros aspectos contados por Belgrano en sus escritos como los viajes a lo que se considera hoy el “interior” de Argentina, otras provincias y las tensiones existentes: “Él dice en cartas que se escribe con Rivadavia que le sorprende estar conociendo el interior del Rio de la Plata. Aquí tenemos a Salta, Jujuy y Tucumán como espacios donde él estuvo mucho tiempo. Algunos historiadores consideran que con él se consolidan las estrategias de guerra pese a que no tenía carrera militar”.

Belgrano y su defensa de la mujer

Algunos historiadores se encargaron de analizar las diferentes menciones y acciones que Belgrano realizó en torno al rol de la mujer. Señalan los registros que el prócer promovía un rol diferente y activo para las mujeres, distinto al que le reservaba la sociedad de entonces. Reconocía la importancia de la educación de las mujeres y su aporte a la organización nacional.

Belgrano conoció de cerca la capacidad heroica de las mujeres y fue el único militar en nombrarlas capitanas de su ejército: Juana Azurduy, María Remedios del Valle y Martina Silva de Gurruchaga fueron reconocidas por Belgrano y, siglos más tarde, homenajeadas por la historia latinoamericana.

Belgrano defendía que las mujeres tenían que educarse y educar. El «bello sexo» -como las llamaba- debía mantenerse alejado de la ignorancia para atender la vida familiar y para participar, también, de la vida pública, aunque sin descuidar su «vocación innata»: la crianza de los hijos.

En su periódico, el Correo de Comercio, Manuel Belgrano interpelaba a los hombres de Mayo a reflexionar sobre la educación de las mujeres.

«La naturaleza nos anuncia una mujer; muy pronto va a ser madre y a presentarnos conciudadanos en quienes debe inspirar las primeras ideas, ¿y qué ha de enseñarles, si a ella nada le han enseñado? ¿Cómo ha de desenrollar las virtudes morales y sociales, las cuales son las costumbres que están situadas en el fondo de los corazones de sus hijos?

¿Quién le ha dicho que esas virtudes son la justicia, la verdad, la buena fe, la decencia, la beneficencia, el espíritu, y que estas calidades son tan necesarias al hombre como la razón de que proceden? Ruboricémonos, pero digámoslo: nadie; y es tiempo ya de que se arbitren los medios de desviar un tan grave daño si se quiere que las buenas costumbres sean generales y uniformes».

La bandera

Rosana Flores, refirió respecto a los colores de la misma que: “Hay que tener en cuenta que, en ese contexto de guerra, es necesario diferenciarse y consolidar algunas opciones políticas que están en ese momento en tensión. Sabemos a través de algunos historiadores que la elección del color por parte de Belgrano no es algo que le haya gustado en realidad es un símbolo de la corona borbónica. Se sabe esto por la figura de Carlos IV que está en el museo del Prado que esos eran los colores de esa monarquía.  Y en ese momento cuando Belgrano decide izar la bandera es muy importante porque en realidad se está planteando un accionar político a la regencia que está funcionando en España, en nombre del rey, y lo que se está presentando con Manuel Belgrano es que no hacemos caso a la regencia y que nosotros somos herederos de la herencia castellana”.

Mencionó la historiadora que ya en la segunda mitad del siglo diecinueve se seguirá identificando como símbolo patrio desde la educación y por cuestiones políticas se trata de implementar en todo lo que denominamos Argentina.

Patrimonialización

Manuel Belgrano está presente en el centro de la ciudad de Salta y su lugar nos recuerda al hombre que integró la revolución de mayo, con un ideario progresista que nos habla de la industria, la ecología, la educación y la búsqueda de la libertad como principio insoslayable.

La escultura en bronce sobre un pedestal de mármol que lo representa en la plaza Güemes, fue realizada en 1885 por Francisco Cafferata y donada por el presidente Julio A. Roca. También se destaca la fuente, fundición de hierro de origen francés.  En su mano lleva un rollo que representa la capitulación en Salta.

En la plaza de su homenaje, se encuentra un sitio de importancia pues coincide con el lugar donde fuera herido mortalmente el 7 de junio 1821, el General Martin Miguel de Güemes. A la izquierda de la placa que lo conmemora, está un retoño del cebil que se encuentra en la Cañada de la Horqueta, en Chamical.

“En el siglo XX es muy fuerte la cuestión de la patrimonialización así como también el discurso historiográfico de Mitre, no solamente influye a historiadores sino a otros escritores, por ello se presenta como crucial la revalorización de los héroes nacionales. la creación de la Comisión Nacional de Monumentos Nacionales empieza por eso, empieza a patrimonializar la casa de los héroes nacionales, allá por 1930. La comisión que estará a cargo del historiador Ricardo Levene empieza a ver eso y la puesta del estado nacional para hacerlo. En Salta con Cornejo que es abogado e historiador se empieza a ver que se patrimonializa, si se empieza con los héroes nacionales o con su pasado colonial. Hay disputas internas y cambios. Por ejemplo, a qué héroe poner en la plaza principal. Y estos debates llevaron a varias incoherencias, como podríamos llamarlas que en la plaza de Güemes esté Belgrano y en la plaza Belgrano esté Güemes”.