Sócrates destaca que es necesario pensar que el alma existe en algún lugar antes de que las cosas se generen nuevamente.
En este texto del diálogo Fedón, Platón presenta sus tesis principales en áreas de la filosofía en variados aspectos. Asimismo, por primera vez da a conocer la teoría de las ideas, la teoría de la reminiscencia, la inmortalidad del alma (ψυχῆς), la teoría de la metempsicosis o trasmigración del alma, el desprecio hacia lo corporal y sensible, y el viaje de retorno del alma al mundo de las ideas del cual procede y al cual aspira a retornar.
Además, trata el tema de la aceptación de la muerte. El diálogo comienza días después de una conversación entre Equécrates y Fedón de Elis en la ciudad de Flius. Fedón le relata a Equécrates, por pedido del mismo, las últimas horas de vida y la conversación que tuvieron; así Fedón relata con todo detalle las conversaciones de Sócrates con sus discípulos, sus pensamientos últimos y la descripción detallada de la muerte del maestro. Las conversaciones y discusiones de Sócrates tienen como interlocutores principales a Simmias y Cebes, amigos de Sócrates y discípulos del pitagórico Filolao, los cuales van discutiendo a lo largo del diálogo los temas filosóficos.
1° argumento de los contrarios y teoría de la metempsicosis
El primer argumento que se presenta dice que todas las cosas se generan desde su contrario. El nacimiento de las cosas se da de forma cíclica entre los contrarios. Un ejemplo que nos presenta para dar claridad a este argumento versa sobre el dormir y estar despierto:
“(… ) del dormir se genera el estar despierto, y del estar despierto el dormir.” (Fedón, fragmento 71)
Al dar algunos ejemplos para sostener su argumento, Sócrates destaca que es necesario pensar que el alma existe en algún lugar antes de que las cosas se generen nuevamente. En el dialogo Socrátes le advierte a Cebes que si el ciclo de detuviera y fuera solamente un proceso lineal sin retorno, en el cual de estar vivo solo se pase a estar muero y no hubiese retorno alguno a estar vivo nuevamente, la humanidad y las demás cosas dejarían de existir: “sí todas las cosas que participan de la vida murieran y después de morir permanecieran en esta estructura no sería necesario que las cosas concluyeran por morir y nada viviera”.
2° la teoría de la anamnesis
En el transcurso del dialogo Sócrates acuerda con Cebes en que si somos capaces de acordarnos de alguna cosa es necesario que esa cosa haya sido conocida en un momento anterior. Ejemplifica cuando alguien mira la vestimenta del amado, pues inmediatamente al ver esa vestimenta nos viene a la mente la imagen corporal del amado. En esto consiste la reminiscencia, traer a la mente algo ausente que estuvo antes en algún momento. Así el segundo argumento es la teoría de la anamnesis, que se expone a partir de las “cosas en sí”. Este segundo plano donde encontramos a las cosas en sí, nos lleva a pensar que es una fuerza a la que ya hayamos conocido en otro tiempo, y ahora, al ver cosas concretas, parecidas a ellas, aunque inferiores, nos acordamos de ellas, de aquellas “ideas” perfectas.
El alma humana antes de encarnarse en un cuerpo vivía en el mundo de las ideas a las que contemplaba. Al entrar el alma en el mundo sensible y unirse a un cuerpo, olvida las ideas. Sin embargo, al contemplar las cosas sensibles, se puede despertar en el alma la reminiscencia o recuerdo de las ideas que contempló antes de encarnarse. El conocimiento de las ideas es, pues, recuerdo (reminiscencia) de lo que ya hay en el alma.
3° el argumento en base a la afinidad del cuerpo con las cosas –corruptibilidad y mortalidad– y del alma con las cosas-en-sí –incorruptibilidad y permanencia
El último de los argumentos que presenta Socrátes, antes de las objeciones habla sobre el alma y las Ideas. En un primer momento afirma que a las cosas compuestas les corresponde dividirse; no solo separarse también comportarse de forma cambiante, mientras que las no compuestas se comportan idénticamente así mismas. Según esto las cosas no compuestas son parecidas a las ideas, porque no aceptan alteraciones.
Según este argumento el alma es parecida a las Ideas y el cuerpo parecido a las cosas corruptibles. Las Ideas aprendidas mediante la razón, las cosas sensibles mediante los sentidos del cuerpo. Es por ello que el alma contiene todas las características de las cosas no compuestas: divina, única, indisoluble, idénticamente a sí misma e inmortal, al igual que las Ideas. El cuerpo en tanto que mortal y divisible igual a las cosas compuestas del mundo sensible.
Fedón de Elis (Siglo IV a.C) fue un filósofo griego y discípulo de Sócrates. Vivió en los años 320 a.C. En su juventud fue hecho prisionero y forzado a vivir en la infamia, hasta ser liberado por Sócrates, quien le admitió como discípulo. Luego de recuperar su libertad, permaneció en Atenas, siendo parte del selecto grupo de seguidores de Sócrates, que lo acompañaron hasta su muerte. Según Laercio, tras la muerte de su maestro se trasladó a Megara junto a Platón y Euclides y luego regresó a su ciudad natal, donde fundó su propia escuela. En esta siguió con fidelidad las doctrinas de su maestro. Entre sus discípulos se encontraba su sucesor Menedemo.
El célebre dialogo platónico que lleva su nombre, trata sobre el último día de Sócrates acompañado por sus seguidores.
Se le han atribuido dos tratados: Zapiro y Simón, hoy perdidos.