El bettinismo a la deriva se jugó la última carta de supervivencia entregando las llaves del gobierno municipal al saenzismo. A pesar del optimismo reinante en ciertos sectores del CCM, la operatoria está lejos de ser una garantía de permanencia para la gestión Romero. 

 

Los plazos de la política doméstica, acotados por la voluntad oficial de adelantar los comicios al tercer mes del año próximo, anticipan cimbronazos tempranos en los esquemas de negociación. La coyuntura y el análisis de las encuestas habrían llevado a las dos figuras más importantes de la política local a sellar acuerdos preliminares, aunque no definitivos, de cara a 2023. 

El desembarco de Benjamín Cruz en la secretaría de Gobierno municipal, luego de su renuncia a la secretaría de Seguridad de la provincia, preanuncia una merma en el tono de la contienda entre el CCM y el Grand Bourg. La disputa a cielo abierto que incluyó -entre otras cosas- duros cruces por el doble cobro de tributos municipales, llegó a su punto cúlmine días atrás con la renuncia de Frida Fonseca Lardies al gabinete bettinista. En su nota de dimisión, la exsecretaria de Gobierno cercana al saenzismo afirmó: «Estoy convencida de que las diferentes posturas entre Organismos del Estado en sus distintos ámbitos se resuelven con diálogo y consenso y no con acusaciones recíprocas y declaraciones ostentosas que lejos de encontrar una solución generan más confusión y angustia en los vecinos».

El descargo habría tenido lugar luego de que los cabecillas del CCM le exigieran posturas más férreas en la compulsa con el gobierno provincial, algo a lo que Fonseca se habría negado. En paralelo, se abrieron otros frentes de disputa como el trágico incendio de la galería de calle Ituzaingó que tuvo lugar en medio de la gira de la intendenta por Washington. A partir de las declaraciones del subsecretario de Protección Ciudadana, Jorge Altamirano, se abrió una polémica en torno a la existencia de hidrantes en el microcentro. Mientras que el funcionario municipal apuntó a Aguas del Norte, desde la empresa respondieron que la obra tiene poco más de un año y que los hidrantes fueron tapados por la Municipalidad cuando se realizó la obra «ventanas al pasado». 

Pero, sin dudas, el punto de quiebre definitivo se dio semanas atrás con el freno que el concejo deliberante le puso a las pretensiones crediticias del ejecutivo municipal. En tono colaboracionista, el cuerpo deliberativo autorizó al DEM a que tome deuda para realizar obra pública, pero siempre con la aprobación de tres cuartas partes del cuerpo. Esta última condición, a pesar de estar contemplada en la carta orgánica municipal, no figuraba ni por asomo en los papeles del bettinismo.

La jugada salió redonda. En principio, el concejo se mostró colaborativo con el ejecutivo a pesar de la cláusula condicionante. Para el romerismo, salir a patalear públicamente hubiera significado el reconocimiento pleno de que lo que se estaba solicitando era efectivamente un cheque en blanco. De esa forma quedó desestimada una de las últimas cartas que el bettinismo tenía para jugar la reelección por cuenta propia. 

Manotazos

Se cuenta que en un costoso restaurante (en el que los cubiertos se cobran en dólares) el mandatario provincial con su par capitalina acordaron no romper filas y sostener la alianza electoral de 2019. 

La apuesta de la intendenta no resulta muy difícil de inferir. En primer lugar, garantizar el acompañamiento de los ediles del saenzismo a los planes de financiamiento que el municipio tiene en carpeta. En segunda instancia, frenar el operativo «paseo de candidatos» que el gobernador viene llevando adelante desde hace un tiempo. 

Aunque el aplazo en las encuestas parece irremontable aún para los más desprevenidos, de las puertas del CCM hacia afuera se insistirá con la idea de la reelección. Puertas adentro, en cambio, los debates giran en torno a encontrar la forma más digna de dar el salto a la diputación nacional.

Al momento de su asunción, el propio Cruz se presentó ante la sociedad como el garante de la continuidad del frente Romero-Sáenz. «La idea es seguir confirmando lo que es el frente electoral en el cual, prácticamente podríamos decir que uno de los hombres fuertes del gobierno provincial y sobre todo que está al lado del gobernador, pueda ahora desembarcar y trabajar en el gabinete municipal», manifestó el flamante secretario de Gobierno que además es apoderado de PAÍS, el partido de Gustavo Sáenz.

El exsecretario de Seguridad tendrá seguramente muchos menos problemas que su antecesora Fonseca en el vínculo con el Concejo Deliberante, posibilitando y garantizando los acuerdos necesarios para la adquisición de financiamiento. No obstante, son pocos los que creen que a esta altura haya algo por hacer con los 13 puntos de techo que el bettinismo muestra en algunos sondeos. El camino al Congreso de la Nación no sólo está en los planes de la jefa comunal desde hace un tiempo, sino que hasta se lo habría planteado al gobernador en aquella dispendiosa cena. Los arengadores de la reelección, entretanto, ven naufragar toda esperanza de resurgimiento. 

En el acto de asunción de Benjamín Cruz la intendenta señaló: “Hoy más que nunca, con el difícil panorama que vivimos, está unión es el camino que tenemos que seguir. La clave es dialogar y escuchar porque es la forma en que se vuelven más fuertes los gobiernos. Nos unen las ganas de seguir haciendo más fuerte el proyecto del gobernador Gustavo Sáenz». Del proyecto del Romerato… al parecer, ya ni rastros. Bettina entregó las llaves del Gobierno Municipal.