Reseñamos el libro de Héctor Daniel Guzmán Alcaraz, quien es Magister en Estudios Sociales para América Latina y Licenciado en Historia. Publicó libros y artículos sobre historia intelectual, antifascismo, anarquismo y socialismo. Por Carlos Fernando Abrahan
Llegó a nuestras manos el libro del historiador Héctor Daniel Guzmán Alcaraz “El Partido Socialista en Santiago del Estero. Política y Cultura en el sudeste chaco santiagueño (Argentina 1910-1930)” publicado en el año 2020 por medio de Editorial Académica Española. El libro es ordenado y contiene dos prólogos, una introducción, siete capítulos, y notas finales. Además de tres partes que garantizan la seriedad de la investigación referidas a la bibliografía, documentos y fuentes, como así también entrevistas sobre la temática abordada.
El prologuista Andrés Risso plantea que el libro estimula “pensar ciertas particularidades regionales que permiten matices y replanteos sobre las imágenes más difundidas en relación…al socialismo argentino” (p. 5). Gabriel Santillán, un segundo prologuista, destaca que la obra “completa y expande” la historia sobre el socialismo en Santiago del Estero; y con “una simple lectura podemos viajar en el tiempo” (p. 9) y revivirla.
En la introducción Guzmán Alcaraz señala que su libro está centrado en los departamentos del sudeste santiagueño entre 1910 y 1930, mirando las formas de hacer política de los socialistas en el interior de las provincias (p.9). La perspectiva está apuntalada en las herramientas teóricas-metodológicas de la microhistoria de Carlo Ginzburg y los estudios de sociabilidad del historiador Maurice Agulhon (p. 11).
El autor, en el capítulo 1, recorta el objeto y el nivel espacial del estudio. Se interesa por “como fue el tipo de sujeto político al cual apelaron en sus discursos y propagandas” (p.18) los socialistas argentinos, refiere a los referentes del Partido Socialista (PS) en Santiago del Estero, la sociabilidad y los obreros; y afina escala indicando el interior del chaco santiagueño.
Guzmán Alcaraz estudia, en el capítulo 2, la estructura partidaria en el interior santiagueño y la distribución espacial de los obreros socialistas. Nos señala, el primer centro socialista urbano en la capital de Santiago de Estero (1895) y el primer centro en el interior (Frías, 1901); y en el sudeste los “socialistas en los obrajes” (p.29) u otros que llegan a las localidades del interior por la expansión de las vías férreas. El tren trajo socialistas.
En el capítulo 3, utilizando la prensa escrita se estudia la constitución de PS en sudeste de Santiago entre 1911 y 1916. Se conoce las actividades organizativas, las protestas sociales, las divisiones del PS, el pacto con los conservadores (p.31) y las relaciones de sus militantes con la población. Queda claro las redes de organización de los nuevos centros socialistas del sudeste con dirigentes rurales preocupados por aspectos comunitarios y por establecer lazos con agricultores, empleados y jornaleros
Los capítulos 4 y 5 pueden tomarse como una unidad, en ellos se presenta el nacimiento de los centros socialistas de las localidades de Añatuya y Dora entre 1911 y 1916; las relaciones con el comité de Santiago del Estero capital y los vínculos con militantes obreros en las provincias vecinas de Chaco y Santa Fe. Añatuya es considerada por una publicación de la época como la “base del movimiento obrero del sudeste” (p.55).
En el capítulo 6 encontramos una precisa reconstrucción de la crisis partidaria en 1917-1920 del PS de Santiago del Estero, que cierra un ciclo de internas y debates en el sudeste; en la cual una “dirigencia gremialista” toman la dirección de partido. Todo ello en un escenario histórico marcado por luchas de trabajadores ferroviarios y agrícolas, la agudización de la lucha de clases y la euforia por el triunfo de la revolución rusa. “Para la época 700 socialistas formaban los centros en todo el territorio provincial” (p 76).
El capítulo 7, expone un recorrido de PS provincial entre 1920 y 1930, destacando el retroceso de la “dirigencia gremialista” y fortalecimiento de un oficialismo que pactaba con los partidos de régimen. Además, estudia las protestas agrarias en un momento de avance del radicalismo, retroceso de los conservadores y la escaza fuerza electoral de PS.
Finalmente, en sus notas finales, se realiza una síntesis de su investigación destacando los recorridos unidos y diferenciados de los centros del PS en el Chaco Santiagueño y en la capital provincial, las relaciones de los socialistas de distintas provincias, las estrategias, tácticas y prácticas de los socialistas provinciales.
Invito a la lectura del libro de Guzmán Alcaraz que ofrece un trabajo meticuloso de fuentes, y como dice unos de los historiadores citados: “Si la realidad es opaca, existen ciertos puntos privilegiados –señales, indicios- que nos permiten descífrala”. Es un aporte para completar una historia general del socialismo y la clase obrera, y es un trabajo a tener en cuenta por historiadoras e historiadores de otras provincias.