Miembros de una lista presentaron un amparo por violación de derechos electorales y del debido proceso. Aparentemente, los actuales representantes de la Comisión Directiva buscan evitar las elecciones para autoproclamar su propia lista. En la maniobra, estaría involucrado el abogado de la institución, Daniel Nallar. (Dr. Ortigoza)
El Colegio de Farmacéuticos tiene facultades delegadas por el Estado provincial que hacen al control del desempeño de sus colegiados, pero que también afectan a la salud pública. Asimismo, la institución maneja dinero de las farmacias de toda la Provincia (millones de pesos), ya que el pago de las obras sociales se hace a través de dicha institución. Los colegiados y farmacias asociadas se quejan por las que consideran injustificadas demoras en los pagos y consideran que no hay transparencia en el manejo de los fondos.
La falta de transparencia en el manejo de la institución es la que la los amparistas aducen también en un proceso electoral oscuro, que parece estar lleno de vicios: sin padrón definitivo, con renuncias de las farmacéuticas del tribunal electoral que dicen haber sido presionadas por las autoridades y el abogado del colegio, sin tribunal de alzada ni suplentes, sin plazos ni tribunal para presentar recursos administrativos, sin publicidad adecuada y con el derecho de defensa conculcado.
El panorama de las elecciones del colegio de farmacéuticos fue tomando ribetes novelescos, con las farmacéuticas renunciantes del tribunal llorando y agraviadas, que no soportaron la presión y las amenazas de ser sancionadas por el tribunal de Ética del Colegio si no hacían lo que la lista oficialista quería. Parece que “los malos” serían la actual presidente del Colegio, Farmacéutica Marcela Ruiz y el abogado del Colegio, el alargado y siempre trajeado Dr. Daniel Nallar.
Para frutilla del postre, habiendo presionado a renunciar a un tribunal que intentaba ser imparcial, la actual Comisión Directiva y Lista oficialista, se armó un tribunal a dedo que la declaró lista única y fijó fecha para su autoproclamación.
Por una vez la justicia llegó a tiempo y antes de que “los malos” concluyeran con la ejecución exitosa de su plan, la Jueza en lo Laboral del Juzgado Número 2 hizo lugar a la cautelar solicitada por los amparistas, ordenando al Colegio no proclamar a la lista oficialista. Falta ahora ver qué opina el tribunal sobre el fondo del asunto.
¿Qué piden los amparistas de la lista excluida? Elecciones limpias y transparentes y que gane el que junte más votos.