Alguien dijo, una vez, que las elecciones se ganan, no llevando votantes, sino contando los votos. Todo parece indicar que una parte del radicalismo hizo esto y más.
La presentación que formuló en el Juzgado Federal de Salta la lista que sostiene la candidatura a presidente del abogado Luis Diego Zavaleta revela maniobras que podrían culminar no sólo con la nulidad de los comicios sino, también, con imputaciones penales en contra de los miembros de la Junta Electoral partidaria y de dirigentes radicales notorios.
La manipulación que ejerce el sector oficialista que encabeza Miguel Nanni sobre los integrantes del órgano electoral abarcó la ilegal incorporación en el padrón electoral de un plantel de personas que habrían sido agregadas para favorecer con su voto a la lista de Mimessi. Se trata de punteros políticos rentados que nunca estuvieron afiliados a la UCR, según certificaciones emitidas por la justicia electoral nacional. Sólo en una escuela de la zona sudeste de Salta se agregaron 33 personas e inclinaron fraudulentamente los resultados.
La lista de Zavaleta pidió el apartamiento de la Junta Electoral radical y solicitó que el Juzgado Federal secuestre la totalidad de la documentación electoral por considerar que sus integrantes podrían estar incursos en delitos electorales graves.
El fraude más significativo se dio en las localidades de Salvador Mazza y Tartagal, y el presunto responsable del llenado de las urnas sería el candidato tartagalense a presidente Mario Mimessi. En estos lugares se ha denunciado que de manera violenta se impidió a los fiscales de la lista de Zavaleta que ingresaran a los recintos de votación y de inmediato fraguaron la votación con números groseros. En Tartagal, sólo en una mesa, se informó que el resultado favoreció a Mimessi 125 a 0, mientras que en Salvador Mazza declararon 93 a 1. En ambos lugares las cámaras de seguridad de la policía fueron ofrecidas como prueba puesto que no existió movimiento de personas que justificaran esos guarismos.
El fraude más significativo se dio en las localidades de Salvador Mazza y Tartagal, y el presunto responsable del llenado de las urnas sería el candidato tartagalense a presidente Mario Mimessi.
Otra maniobra
Por si esto fuera poco, la Junta Electoral decidió dos días antes de la elección que no se votara en Animaná, La Poma, Isla de Cañas, San Antonio de los Cobres, Angastaco, Santa Victoria Oeste y Nazareno alterando la convocatoria a elecciones y por otras negligencias tampoco se votó en Rivadavia Banda Sur, General Pizarro y Río Piedras.
Sin esperar el plazo legal de 48 horas, la Junta Electoral pretendía el lunes a la tarde avanzar con el escrutinio definitivo sin dar participación a las listas y trabajando a puertas cerradas. Este proceder habilitó las sospechas de que sus miembros Carol Graciela Abutt, José Luis Leaño y Sebastián Varg intentaron adulterar u ocultar pruebas de delitos graves.
Así las cosas, el fraude en el que ha incurrido la estructura partidaria digitada por Miguel Nanni, Mario Mimessi y Héctor Chibán tiene ribetes insólitos y expone la ética de toda su dirigencia. En estos días el Juzgado Federal decidirá.