Por Franco Hessling
Los ojos están puestos en el 8 de agosto próximo, cuando se trate en el recinto de senadores nacionales el proyecto de ley para incorporar en el sistema de salud pública el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Conviene apresurar el análisis de la agenda ya que durante la próxima semana se volverá terso el panorama de la votación que vendrá luego. Conviene, también, reseñar cuán decisivas pueden ser para el ánimo social las intervenciones en el plenario de comisiones, donde esta semana una salteña de 16 años, Milagros Peñalba, tuvo mejores fundamentos y capacidad para exponerlos que uno de los asesores estrella del Gobierno de la Provincia, Abel Albino.
Las reuniones del plenario se terminarán el próximo martes, mientras que el miércoles se decidirá la suerte del proyecto en las comisiones del Senado, preludio de lo que podría ocurrir el 8 de agosto. Si no se obtienen los dictámenes de mayoría necesarios podría prosperar la táctica de los que se oponen pero valoran como un costo político alto votar en contra, es decir, presentarán dictámenes con modificaciones, que hagan que el proyecto, aun si se aprueba, retorne a Diputados.
Sobre las exposiciones que se dieron esta semana, hay que decir que Salta ha ganado espacio en la discusión en favor del aborto, demostrando que la salteñidad canónica de los que se arrogan ser voceros/as de la “mayoría del pueblo”, tiene poco a qué aferrarse si lo que pretende es invisibilizar las muchas otras expresiones masivas que disputan la identidad provinciana, los discursos sociales y la política local. ¿Quiénes se sorprendieron con lo que pasó esta semana en el Senado? Quienes subestiman la juventud, quienes llaman minorías a las mayorías invisibilizadas, quienes creen que todes les salteñes rezan y viven en un atraso medieval, sumides en cantos de plegaria pesadumbrosa y alabanza dócil.
Salteña carajo
En medio de los acercamientos de Juan Urtubey a Sergio Massa, y la ratificación de su distancia pública respecto al kirchnerismo en la carrera presidencial, una joven de dieciséis años compartió jornada de disertación en el Senado con Abel Albino. Milagros Peñalba habló con la firmeza de cualquier adolescente preparada para la disertación, pero la “opinión pública”, que como mínimo subestima a la juventud, se asombró ante la solvencia de la piba. Además de mujer, “menor de edad” y convencida, Milagros aportó otras disrupciones en la escena nacional: proviene de una provincia remota y tildada con prejuicio de conservadora, de piel blanca y enunciación estridente, contraria al mito del lugareño que a menudo utiliza el marketing turístico para promocionar Salta.
Su discurso fue crítico con la intromisión de la Iglesia Católica en el sistema educativo provincial, campo de lucha donde Salta ya suma incluso un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), que inhibe las prácticas religiosas en los establecimientos públicos. En esa lucha reciente, como ya se ha dicho, el movimiento de mujeres encabezó los enfrentamientos más frontales contra la arquidiócesis: desde las “amenazantes” marchas, paisajes célebres de una lucha por emancipación e igualdad, hasta la pelea para suprimir la educación religiosa de las escuelas pero también para denunciar la impunidad en Salta y la lucha contra el Paco, arietes del régimen donde anida la Iglesia Católica (aunque no son movimientos de género, la Comisión de Familiares contra la Impunidad y las Madres contra el Paco tienen mayoría de mujeres). Entiéndase el planteo, no se sugiere que haya menos catolicismo, se deja entrever que la institución ecleciástica viene perdiendo credibilidad e influencia en las mayorías.
Claro, si bien el fenómeno puede analizarse deteniéndose en los detalles de una serie de sucesos arbitrarios, aquí se pretende dejar claro que una fibra íntima de la identidad salteña canónica está gravemente jaqueada por la irrupción de les que hasta ahora se invisibilizaban bajo la sospecha de que eran minorías. Sugiero abandonar la idea de que las supuestas minorías se han vuelto mayoría, diría que son mayorías subyacentes, en término de mentalidades, por ejemplo las ideas de las mujeres y géneros disidentes, que van ganado cierto grado de organización social y política. Los cambios por los que pelea el movimiento de mujeres y disidencias incordian abades tanto como caudillos populares, como al almidonado cura villero, Pepe Di Paola.
Milagros es su nombre, toda una paradoja. Misma denominación que el principal atractivo del calendario clerical salteño. Una moral todavía masiva la católica, aunque con instituciones cada vez más desacreditadas. La contracara a la joven fue instantánea, el mismo día, en el Senado, el médico Abel Albino profundizó las dantescas afirmaciones heteronormadas de todo buen católico, que él mismo viene haciendo desde hace años en libros, conferencias y toda intervención pública que se le conozca. Cuarto Poder ha sido pionero en reseñar quién era y qué ideas profería el principal asesor del Ministerio de Primera Infancia de Salta desde su creación, a finales de 2014. A estas alturas nadie que haya seguido el debate por el aborto esta semana desconoce quién es fundador de la ¿Fundación? Conin. Pero, hagamos un ajuste, seamos honestos: no puede achacarse sólo a “Charly” Abeleira ni a Juan Urtubey que se contrate los servicios de Míster SinPigmento, el antediluviano tiene renombre internacional por sus relaciones con ONG’s del área pediátrica y de la niñez, y también recibe fondos vía convenios de los ministerios de Educación y Desarrollo Social de la Nación.
La contracara a la joven fue instantánea, el mismo día, en el Senado, el médico Abel Albino profundizó las dantescas afirmaciones heteronormadas de todo buen católico, que él mismo viene haciendo desde hace años en libros, conferencias y toda intervención pública que se le conozca.
Tomar la palabra en el Congreso de la Nación significa una enorme presión, evidentemente la joven Peñalba la sobrelleva mejor que Albino, más torpe en sus afirmaciones, carente hasta del ánimo político más básico, la demagogia. Mister SinPigmento, no hace falta detenerse más en ello, sonó como un anciano monolítico, caprichoso de sus argumentos y parco en esfuerzos explicativos, tan categórico como insultante, en una retahíla de aseveraciones vacuas expresadas más como oráculo que como fundamentación estudiada sobre la pobreza, la infancia, la educación sexual y las mujeres.
Nombre y apellido
Milagros, en cambio, se preparó para la circunstancia ensayando fundamentos de distinto tipo, y acusando a las instituciones eclesiales y al pensamiento católico por la alarmante realidad de la provincia en materia de derechos reproductivos y sexuales e igualdad de género. Se sabe que sectores peronistas y del feminismo movimientista discutieron con ella los ejes que abordaría en su exposición.
La invitación a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios por el Aborto Legal de Salta llegó a través del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), según trascendió en la prensa nacional. El CELS es presidido por Horacio Verbitsky y tiene un funcionamiento más próspero que el de otras instituciones de su especie, este think tank kirchnerista se manifiesta de modo constante contra las políticas de agenda, emite informes con regularidad y comparte opiniones de ilustres afines. Les jóvenes discutieron quién tomaría la voz y “Milo” resultó elegida para aprovechar el espacio cedido por el CELS.
La Coordinadora de Estudiantes Secundarios se conformó este año al calor de una transición entre dos luchas, primero la del boleto de colectivos, con aumentos y mayores restricciones en el pase estudiantil, y luego por el aborto legal. De una coyuntura provincial a una nacional.
La invitación a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios por el Aborto Legal de Salta llegó a través del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), según trascendió en la prensa nacional.
Se puso en diálogo con los pueblos originarios y no escatimó en mencionar a la mismísima ministra de Educación provincial, Analía Berruezo, como responsable política de una situación insostenible, ya que, como dijo Peñalba, en Salta se niegan derechos educativos que rigen en el país desde hace más de cien años. La argumentación priorizó poner en discusión aspectos culturales, como los roles de género heteronormativos, antes que vincular la pelea por el derecho al aborto con otras confrontaciones actuales ante avances gubernamentales de carácter antipopular, como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional o la reforma y fortalecimiento de las fuerzas armadas. Milo manejó el protagonismo dándose tiempo para enfatizar algunas frases, hubo mucha práctica antes, se notó que leyó el texto mil veces. Qué excelente noticia tanto compromiso, tanta preparación. La juventud marcando el rumbo con empuje y disciplina. La juventud, otra de esas mayorías subyacentes.