Entre las causas de la crisis sectorial la «importación descontrolada» de carrocerías desde Brasil por parte de las empresas que operan rutas de larga y media distancia en el país.
«El sector se encuentra en una crisis terminal que recuerda la crisis que atravesó en los años 90 y pone en riesgo más de 3.000 puestos de trabajo», dijeron desde la Cámara de Carroceros de Ómnibus de Larga Distancia (CALADI) en un comunicado en el que precisa que las fábricas se encuentran trabajando al 20% de su capacidad instalada.
Las fábricas vienen implementando suspensiones de turnos para hacer frente a la caída en la demanda de carrocerías por parte de las empresas de transporte.
Además aseguran que la crisis es producto del incumplimiento por parte del Gobierno nacional de un acuerdo Flex firmado con el sector automotor. El protocolo 42 del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 14, establece que por cada dólar que se exporta a Brasil se puede importar 1,5 dólares, a lo que se denomina flex o cupo.
De este modo, por cada carrocería terminada en Brasil e importada a la Argentina se debían importar 1,5 chasis para ser carrozados en el país.
Sin embargo han ingresado al país 316 chasis carrozados desde Brasil y se han importado 264 chasis para carrozar en Argentina, según la CALADI.
«Es una relación completamente inversa a la acordada que termina golpeando la industria nacional en beneficio de la brasilera», señaló la Cámara. Y resaltó la «altísima inversión» realizada durante los últimos años en el polo productivo del Gran Rosario, sede de histórica de las carrocerías de ómnibus.
Esas inversiones fueron para desarrollar nuevos productos, aumentar la capacidad instalada, incorporación de tecnología y nuevos puestos de trabajo duplicando la plantilla de trabajadores.
Fuente: Diario Jornada