La dilación injustificada en la ejecución de obras acompañó de principio a fin la gestión de Bettina Romero. En los estrados judiciales madura una demanda por ocultamiento de información sobre los trabajos de remodelación de la plaza 9 de julio. La presentación se suma a los múltiples señalamientos por la paralización de obras en distintos puntos de la ciudad. 

 

El despliegue compulsivo y simultáneo de obras que caracterizó el último tramo de la campaña municipal previo a la derrota del 14 de mayo, parece haber quedado muy atrás en el tiempo. La premura por llegar a los comicios con el mayor número de cuadras libres de baches -lo que bien pudo haberse hecho en 3 años y medio de gestión- contrasta de lleno con el estancamiento que muchas de esas obras muestran en la actualidad. Y es que, al parecer, cuando la obra pública no se traduce en sobreprecios o en munición proselitista, deja de ser prioridad.

Párrafo aparte merecen lo $90 millones que el municipio otorgó días antes de la elección a la firma “Khalifa Ingeniería y Construcción” de propiedad de un familiar de Guillermo Durand Cornejo, actual diputado electo por el romerismo. Por ese monto, la empresa familiar se dedicó a abrir y volver a tapar calles en distintos puntos de la ciudad, evidenciando la desesperación por “mostrar gestión” a semanas de los comicios.

Hoy la realidad está a la vista de todos y ni los propios funcionarios municipales se atreven a contradecirla: muchas de esas obras se encuentran paralizadas desde hace más de un mes y medio. ¿Falta de interés?, ¿De recursos?, ¿Ya no son redituables? El tendal de obras inconclusas es tal que desde el Concejo Deliberante fueron remitidos varios pedidos de informe al ejecutivo; los que, como de costumbre, no han sido respondidos.

La secretaria de Desarrollo Urbano, María Eugenia Angulo, reconoció ante la prensa que: “hay obras paradas a nivel nacional en todo el país, faltan recursos, hay una inflación muy grande y hay falta también de muchos insumos que no llegan, y las obras se retrasan”. Para contrarrestar ese cúmulo de faltantes la funcionaria remarcó que “hemos basado nuestras obras en un plan estratégico y en las obras prioritarias”.

Hablando de prioridades…

Un verdadero escándalo a nivel opinión pública generó el anuncio para la refacción y remodelación de la Plaza 9 de julio por un monto inicial de $125 millones. Inmediatamente surgieron voces desde distintos sectores que cuestionaron la pertinencia de la inversión a meses de la elección y con tantos barrios carentes de obras básicas.

En concreto, la resolución 1214/2022 para la «renovación y puesta en valor de la Plaza 9 de julio y el casco histórico de la ciudad de Salta (etapa 1)», preveía un plazo de 120 días para su conclusión, de manera que debería haber finalizado a comienzos de abril a más tardar.

En aquel momento, la jefa comunal confirmó que las obras pretendían el cambio total de los pisos, la reconstrucción de molduras y revoques, una pintura general de la fuente, la glorieta, pircas, bases de monolitos y varios equipamientos. El dinero invertido era municipal y Nación aportaba $50 millones.

Sin embargo, cuando aparecieron los primeros carteles de obra, el presupuesto ya se había disparado a más de $135 millones, sin que el aporte de Nación se haya actualizado.

Un mes y medio más tarde, la municipalidad oficializó tres nuevas contrataciones directas que complementarán las obras de refacción de la plaza 9 de julio. Se trata de tres nuevos contratos de 40 millones cada uno que llevaron los montos totales de inversión de $135 millones a $250 millones.

Las ampliaciones comprenden obras de refacción por iluminación, del sistema eléctrico y de remodelación en las instalaciones de la plaza, no muy distante a lo que ya se había presupuestado con anterioridad. Todas fueron publicadas el 5 de junio del 2.023.

El anuncio fue casi como aventar una hoguera que se había encendido semanas atrás, cuando desde las cuentas oficiales de la comuna compartieron imágenes del “antes y después” de un tramo de la obra. Las diferencias, como era de esperarse, eran -son- absolutamente imperceptibles.

Huele a denuncia…

Pasado el tiempo electoral fueron muchos los que advirtieron la paralización parcial, cuando no total, de los trabajos en la plaza. A eso se fue sumando el descontento general por el cercado perimetral del espacio verde. Muchos comenzaron a cuestionarse si las tareas llegarían a concluir antes del 15 de septiembre, día del Milagro Salteño.

Desde la ONG Salta Transparente intentaron sin éxito obtener información oficial respecto del estado de las obras. La falta de respuestas por parte del municipio motivó una demanda que se presentará en la justicia por “ocultamiento”, en caso de no mediar respuesta hasta el próximo lunes 7 de agosto.

El pedido de información realizado por la organización que lidera el abogado Gonzalo Guzmán Coraita data del 21 de abril de este año. Allí se piden copias del expediente 059264-SG – 2022 en el que tramitó la contratación de la obra en cuestión. También copias del pliego de bases y condiciones o del documento que haga sus veces, correspondiente a la contratación.

Para tener más detalles sobre el costo de cada trabajo, se solicitaron también copias de certificados de obras emitidos, de las constancias de determinación de precios efectuadas; y de las constancias del monto final de obra, si ya estuviera terminada, o bien lo gastado hasta la fecha; y Copias de las actas de inspecciones realizadas.

¿Hacer la plancha hasta diciembre?

Siempre que la categoría «puesta en valor» entra en escena, los alcances y precisiones del concepto son un verdadero misterio. Entre los argumentos de la resolución, el ejecutivo cita que es un objetivo de la gestión «garantizar el sistema patrimonial urbano cultural y responder a las necesidades y uso cotidiano de este espacio por parte de salteños y turistas». Lo llamativo es que se trata del segundo plan de obras que involucra refacciones en la plaza principal de la ciudad de Salta en un plazo apenas mayor a los dos años. Al igual que ahora, los señalamientos se hicieron oír en distintos ámbitos cuando se realizó el primer anuncio sobre las obras en el microcentro. A varios meses del inicio de los trabajos en el microcentro capitalino, cabe el interrogante: ¿Existe un abandono deliberado de obras ante el resultado adverso de la elección de mayo?