¿Quién fue Rogelio Yrurtia? Considerado el escultor argentino más importante del siglo XX, sus obras se exhibieron en París y recibió numerosos premios internacionales. Dejó como legado monumentos por todo Buenos Aires, muchos inspirados en próceres de la historia nacional

Rogelio Yrurtia nació el 6 de diciembre de 1879 en Buenos Aires. A sus diecinueve años ingresó a la Escuela de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, donde aprendió su arte de grandes maestros como Lucio Correa Morales y Jules-Félix Coutan. Fue becado en 1899, con el Premio Europa otorgado por el Ministerio de Instrucción Pública, hecho que le permitió formarse en París, en un estudio de Boulogne-sur-Seine donde vivió y desarrolló su carrera durante dos décadas, viajando con frecuencia a nuestro país.

En Francia tomó contacto con la obra de Auguste Rodin. Ingresó en la Academia Julien y meses más tarde comenzó a trabajar bajo la dirección de Coutan, el prestigioso escultor francés. En 1903 expuso en el Salón de la Société Nationale des Beaux-Arts, obteniendo la consagración con “Las pecadoras” al recibir el Gran Premio de Honor y los elogios de Rodin. La misma obra obtuvo el Gran Premio de Escultura al año siguiente en la Exposición Internacional de Saint Louis, Estados Unidos.

 El escultor perteneció a un primer grupo de artistas clasificados como “primeros modernos” que renovaron el arte a principios del siglo XX, asumiéndolo como una profesión de dedicación exclusiva.

Yrurtia monumental

En 1907 fue nombrado Miembro Asociado de la Academia Nacional de Bellas Artes en París, y ese mismo año, en Buenos Aires, ganó el concurso para idear y construir el Monumento al Coronel Manuel Dorrego. Se trata de una construcción concebida a partir del repertorio de imágenes del que Yrurtia se nutrió durante sus lecturas y visitas a colecciones argentinas y europeas.

A la par, recibió el encargo del Jockey Club de realizar “El poeta ante el dolor humano” (no concretado) y Torcuato de Alvear, intendente en ese momento, le propuso realizar “El triunfo del trabajo”, el cual se convertiría en el monumento que conocemos hoy como “Canto al trabajo”, ubicado actualmente en Paseo Colón.

(«Canto al trabajo», escultura fundida en París. Actualmente sobre la Avenida Colón).

Dicha obra fue fundida en París y expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1922. Finalmente se inauguró el 11 de septiembre de 1927 en la Plaza Dorrego del barrio de San Telmo. En 1911, Yrurtia obtuvo el Gran Premio de Honor en la Exposición de Arte de Barcelona gracias a su escultura en yeso “Serenidad”. El Canto al trabajo representa un esfuerzo único en la historia de la escultura, por la magnitud de las figuras, la complejidad y grandeza de la obra que la inspira”.

Entre sus obras emplazadas en el espacio urbano de la ciudad de Buenos Aires destacan: El monumento-mausoleo a Rivadavia, emplazado en Plaza Miserere, fue encomendado en 1916 y finalizado en 1932; “Canto al trabajo” (ubicado en Paseo Colón e Independencia); el “Monumento al General Dorrego”, estatua ecuestre del prócer (en Viamonte y Suipacha), “La Acción”, “La Justicia” (en el interior del Palacio de Tribunales y Cementerio de Olivos en la bóveda del Dr. Delcasse), “Los púgiles”,“El combate de box” (en el patio de su casa de Belgrano); Homenaje al Dr. Alejandro Castro (inaugurado en el Hospital de Clínicas en 1904).

Dejó varios proyectos inacabados por diversos motivos, que preparó para concursos para  el Centenario de la Independencia (1909); el Monumento al Dr. De Tomasso; al Dr. Güemes; al Gral. Urquiza (dos proyectos); Estatua de la justicia (1938). Innumerables cabezas, retratos y medallas.

Escultor

El artista continuó la tradición escultórica inaugurada por la Generación del 80, aunque introdujo ideas y propuestas estéticas renovadoras  el auge cultural de principios del siglo veinte. Representante de la tradición escultórica academicista en nuestro país, entre 1921 y 1923 Yrurtia fue profesor de la Academia Nacional de Bellas Artes, y académico desde 1939. Influenciado por el naturalismo decidió no incursionar en los procesos de experimentación plástica de la época.

Sus obras son un modelo de economía extrema de recursos que parten de una concepción clásica de la figura humana. Sin embargo, hay un tratamiento dinámico de las estructuras, cierta inestabilidad del equilibrio compositivo, lo cual provoca esa hibridación entre lo clásico y lo romántico que ha caracterizado gran parte de sus composiciones.

Los premios

Obtuvo Gran Premio de Honor en la Exposición Universal, de Saint Louis, Estados Unidos, en 1904, el segundo Premio en el Concurso Internacional Centenario de la Revolución de Mayo (Buenos Aires, 1909); el Gran Premio de Honor en la Exposición Internacional de Arte de Barcelona (España, 1911), y además ganó medallas de oro en los salones de Bellas Artes de Rosario 1925 y 1937.

Realizó exposiciones en Francia, España, Argentina y Chile. En 1949, donó su propiedad del Barrio de Belgrano al Estado Nacional con el propósito de que se convirtiese en casa museo. Falleció en Buenos Aires el 4 de marzo 1950 a los 71 años.

Un matrimonio de artistas

Lía Correa Morales (1893-1975), hija del artista Lucio Correa Morales y Elina González Acha, fue pintora, grabadora y dibujante. Producto de la época, fue una figura poco conocida en el panorama de la historia del arte de nuestro país, únicamente conocida por ser esposa de Yrurtia.Lía estuvo toda su vida en contacto con la actividad artística. Su madre fue geógrafa, pintora y escritora, cuyo retrato se encuentra en el Museo Nacional de Bellas Artes. Correa Morales e Yrurtia se casaron el 20 de febrero de 1936, en el que para ambos era su segundo matrimonio. Ella quedó viuda muy joven y se fue a estudiar a Europa en 1922 hasta 1926 se trasladó a Europa para perfeccionar sus conocimientos.

Correa Morales fue la primera artista plástica en lograr un lugar en el Salón Nacional, donde obtuvo el Gran Premio en 1924 y 1928. A lo largo de su obra, se dedicó a subvertir los géneros tanto del autorretrato como del desnudo (temática prohibida para las mujeres en esa época), colocándose a sí misma en el lugar de la modelo. Correa Morales e Yrurtia establecieron un diálogo entre sus obras, dado que el escultor destacaba por su minucioso estudio de la anatomía humana.

(«La bailarina», Lía Correa Morales. Fuente: Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, San Juan).

El Museo Yrurtia

En el año 1942, Yrurtia y su esposa transfieren al Estado Nacional su casa del barrio de Belgrano con su mobiliario y obras de arte, en agradecimiento y devolución al pueblo argentino por todo lo recibido.Luego del fallecimiento de su marido, Lía abandonó su actividad artística para darle paso a una nueva etapa en su vida: dirigir el Museo Casa Yrurtia. Fue la primera mujer en dirigir un Museo Nacional. Se encargó de la gestión museística y editó un catálogo sobre la institución.