La tregua entre el oficialismo y un sector opositor del macrismo aparece como un nudo presto a desatarse. La gran pregunta quedó pendiente cuando el sábado por la noche Axel Kicillof anunciaba la extensión de la cuarentena en Buenos Aires y de paso cuestionaba a su antecesora, la Maru Vidal, por la situación sanitaria de la provincia de Buenos Aires. Si bien dijo que no quería entrar en polémicas, afirmó que recibió el sistema de Salud «en estado de abandono».
El que, seguramente sintió mayor incomodidad, fue Horacio Rodríguez Larreta, único dirigente opositor cerca de Kicillof en ese momento. Ni bien terminó la conferencia la grieta mostró que solo estaba dormida. El jefe de Gobierno se ocupó de contestar las críticas del gobernador Axel Kicillof a su antecesora María Eugenia Vidal mientras decía que no quería entrar en una polémica. «Debo decir que tengo una valoración enorme por María Eugenia Vidal, ha hecho un gran esfuerzo en la Provincia de Buenos Aires”. Diplomáticamente eso fue lo que dijo en el acto del 25 de mayo, aunque recordó que la herencia que recibió Kicillof de Vidal no se compara con la que le dejó Daniel Scioli a la ex gobernadora. Algo así como quién la tiene más larga… a la herencia, obvio.
A esa situación no podía dejar de referirse la titular del PRO, Patricia Bullrich. Si bien enarboló la labor de Rodríguez Larreta durante la pandemia, admitió que la reacción que tuvo no fue la que lla esperaba o la que ella hubiera tenido. “Larreta no es una persona confrontativa –expresó- yo me hubiera levantado y le hubiera dicho algo fuerte. No me hubiera bancado eso».
Rodríguez Larreta es conocido por sus compañeros de partido como una persona tranquila, que cree en esta lógica de trabajar en un equipo, “aunque le digan todo el tiempo no sos tanto de nuestro equipo”, agregó la ex ministra de Seguridad.
No olvidó referirse a que fue el único que ganó la elección, diciendo que “esa personalidad ganó y tal vez una personalidad confrontativa no gana una elección”.
El mismo sábado Bullrich expresó su repudio, minutos después del anuncio mediante un Twitt: “Presidente: su cinismo no está a la altura de su responsabilidad. Mañana discutamos si la cuarentena sirvió o no. Pero hoy, en nombre del 41% de los argentinos, le pido respeto a usted y al gobernador. No vamos a dejar que usted ni nadie nos insulte”.
En realidad, la discusión no es con Larreta, aunque Juntos por el Cambio entiende que la pandemia se hubiera vivido en un gobierno Macrista, “habría desorden sindical y aprietes que el Presidente no está viviendo”.
En este análisis político que la ex montonera hace, opina que “el peronismo no es de izquierda ni de derecha, el peronismo es el partido del poder. En la Argentina no se divide en izquierda y derecha, no tienen anclaje profundo. En la Argentina es la libertad contra el autoritarismo, es el populismo versus el progreso. Esas son las cosas que dividen a la Argentina, porque el peronismo ha sido de izquierda y de derecha o de izquierda y derecha a la vez”.
En cuanto a la crisis actual dijo no estar de acuerdo con el manejo de la crisis desatada por la pandemia. “Cuando empezaron a salir los tests empezó a salir la realidad. Si se hubiera hecho desde el primer momento en los lugares de hacinamiento, hubiéramos tenido una respuesta sanitaria distinta. Hay que hacer una cuarentena inteligente. Seis meses de cuarentena no son compatibles con la salud mental ni con el bolsillo de la gente”.