Segundos antes de que asumiera en su banca la concejal Soledad Gramajo, la intendenta Bettina Romero se retiró del recinto.
Nadie quiso quedar pegado al escándalo que tuvo en vilo a toda Salta y que involucra a la ex jueza de faltas María Soledad Gramajo. Ni siquiera la intendenta Bettina Romero, quien se retiró del recinto deliberativo segundos antes de que asumiera en su banca.
La asunción de los nuevos ediles se dio según el orden en que fueron electos. Es decir, del más votado al que menos votos recogió. Por tal motivo, el primero en jurar fue el macrista José Gauffín, seguido por Guillermo Kripper y Malvina Gareca. La concejal Gramajo juró en 18° lugar, justo después de María Inés Benassar, momento en el cual la jefa comunal se levanta de su asiento y se retira.
La imagen quedó plasmada en la transmisión oficial del concejo deliberante y ratifica la férrea posición del romerismo en aras de que asuma en su lugar Aroldo Jesús Tonini, señalado por Gramajo como «ser nefasto».