La educación religiosa parece ser incuestionable en la provincia. Ahora, como para que no digan que el catolicismo es intolerante, y como quien demuestra una falsa apertura, en el norte provincial se incorporaron a dos docentes de la iglesia evangélica.

Se cambia un fundamentalismo ideológico por otro. A casi un mes de que la corte de justicia respaldara la educación religiosa en el territorio salteño , luego de que un grupo de padres se manifestara en contra, las cosas vuelven a la normalidad, esto quiere decir que la laica no es ni será, al menos por un buen tiempo, parte de las escuelas locales.

Ahora, como para no quedar encasillados en la intolerancia católica, desde el ministerio de educación optaron por sacar a relucir que si bien la educación es religiosa, esto no implica que sea exclusivamente católica, porque como sabemos, hay muchas otras religiones que pueden perjudicar la educación de nuestros chicos.

El ministro de educación, Roberto Dib Ashur, comentó que en el norte provincial se incorporaron docentes evangélicos por pedido de la misma institución en la que ahora dan clases. Al mismo tiempo reconoció que la educación religiosa implica la apertura a todos los credos y que a ninguna se le negará el dictado de clases de otras religiones.

Pero convengamos que entre el catolicismo y el evangelismo, hay ciertas conexiones, tanto por el libro sagrado por el que ambas religiones basan sus actos, como por la creencia irrefutable (para algunos) de la existencia de la santísima trinidad. Aunque también se encuentran ciertas diferencias. Así tenemos por ejemplo, los católicos manejan el concepto de “Divinidad” de María, concepto rechazado por los evangélicos, de la misma forma los católicos veneran a algunas personas consideradas santas, no así la Iglesia Evangélica, y podríamos seguir con una buena lista de diferencias de este tipo, pero lo importante tal vez sea el constatar que la educación religiosa está aquí para quedarse. Pese al que le pese.