Con el sector más expuesto al virus de la pandemia de por medio, la nota del fin de semana fue dada por los banqueros. El abarrotamiento de más de 3 millones de personas esperando cobrar antes de Pascuas brindó la imagen solicitada por quienes pedían levantar la cuarentena. Acá van algunos datos de este viernes negro. Y que puede ser peor aún.
Por: Norma Jean
La mañana del viernes desató el caos y desnudó una realidad que se venía ocultado.
5:00 AM, se empezaron a llenar las calles, desiertas hasta ayer, por una cuarentena inevitable, que pone a todos los ciudadanos al resguardo de la Pandemia del 2020, el Coronavirus.
11:00 AM: 12 cuadras de fila para entrar a cobrar. Quienes? Los jubilados y pensionados que no cuenten con tarjeta de débito. Las filas no respetaban la distancia y a esa hora con ese cansancio, a quien le importaba? “Sino morimos de Coronavirus, morimos de hambre, tenemos que cobrar” era la frase común en todas las filas del país. El primer día de frío del año. La restricción horaria del sistema de SAETA, que solo funcionaba de 5.30 a 9.30 y de 13 a 15, hacía que quien tuvo la suerte de cobrar hasta las 10 tenga que esperar hasta las 13 para recién tener un medio de movilidad. La falta de organización por parte de la policía que solo supervisaba a quienes estaban en la cuadra del banco, pero no sabían que pasaba dos cuadras más allá. Los mensajes cruzados en la prensa local por parte de los voceros bancarios. Toda una desorganización casi intencional, que perjudicaba ampliamente al sector más vulnerable de la sociedad y el más expuesto al riesgo de contraer el virus que nos tiene en cuarentena.
El Banco Macro inició sus actividades como institución financiera en 1985 y en 1988 empezó a funcionar como banco. Su presidente es Jorge Horacio Brito, un poderoso allegado a Juan Carlos Romero, quien en su etapa de gobernador le abrió las puertas de la administración pública para que bancarice a toda la planta de casi 40.000 empleados. Además de recibir todos los beneficiarios del traspaso de la Caja Nacional de Jubilaciones. A pesar de todo lo que ganó en ese momento, durante la gestión Urtubey fue muy poco lo que invirtió en modernizar el sistema financiero en banca móvil y home banking, por cual es muy difícil operar por esas vías por la falta de atención del call center a cargo o simplemente por la burocracia extrema con que maneja el sistema.
Brito siempre tuvo injerencia en la política local por ser “carne y uña” de uno de los caciques más importantes del distrito y en la que acaba de pasar no fue diferente. Y lo hizo a través de su alfil más importante, Carlos Rodas, quien se mostró abiertamente en reuniones de trabajo con Leavy y el Frente de TODOS, aunque nunca descuido al actual gobernador, a quien le puso un par de polizones infiltrados en diferentes frentes de la campaña. Hasta que pasó la PASO en la que quedó claro que el Gobernador sería Sáenz. En ese momento se comenzó a acercar. Aunque el apoyo de Brito estaba descontado si tenemos en cuenta que Juan Carlos Romero estaba en esa vereda. “Bussines are bussines” y socios son socios, se notó claramente una vez que Romero desembarcó en el Grand Bourg en los últimos meses de la gestión Urtubey. Cuando el ingreso de Yarade trajo de la mano la construcción de un edificio del Banco, más importante que la Central de calle España. Es allí donde se resolvían los últimos movimientos de Urtubey como gobernador y los movimientos de campaña, que claramente estaban volcados a Gustavo Sáenz.
Hoy, el sector bancario de todo el país, dejó al desnudo sus falencias, su falta de inversión y de interés en invertir en la tecnología necesaria para evitar el caos. Pero también dejó al descubierto la falta de interés por hacer un buen papel dentro de esta crisis en la que estamos sumergidos. Sin contar que este fue el primer paso en falso de un gobierno nacional que venía siendo admirado por el resto del mundo por su forma de manejar la crisis.
El mensaje presidencial día a día y por todos los medios habilitados era #QuedateEnCasa, los adultos mayores son los que más riesgo corren, #AislamientoSocial. Y en un solo día dejamos que pase todo lo contrario. El cronograma de pagos tuvo 17 días para ser confeccionado teniendo en cuenta todo lo expuesto en el decreto 260/20. Pero ni Pesce (BCRA) ni Vanoli (ANSES) tuvieron el interés suficiente en reunirse con los bancarios del país para organizar la actividad más importante del mes, hasta ahora, falta el pago de IFE. Palazzo hizo todo lo posible por evitar que los bancos abran sus puertas hasta último momento, pero nunca tuvo la previsión de presionar para que los banqueros del país hagan las inversiones necesarias y transmitan a sus clientes la necesidad de operar de forma digital con una campaña publicitaria convincente.
Hasta hoy, en que Miguel Pesce ordenara la apertura el fin de semana. La puteada de AF fue bastante importante y su cabeza estaba en juego, a pesar de su cercanía con el Presidente. El golpe de efecto iba directamente a su persona y a su gestión. Por culpa de 3 ineptos el mundo entero dejó de ver a la Argentina como un ejemplo. Justo cuando estábamos haciendo algo bien, un Pesce, un Vanoli y un Palazzo decidieron romper el encanto.
Es más, para que la Puteada tenga los resultados esperados, tuvieron que aparecer las presiones. La sola posibilidad de que los bancos pasen a ser un “servicio esencial” les devolvió la conciencia y hasta les vinieron ganas de trabajar el fin de semana.
“Pesce se durmió. El tema no fue bien manejado” eran los rumores que corrían por Casa Rosada durante la mañana de hoy. Tras dos semanas sin actividad, sonaba lógico que el Banco Central haya armado un plan de contingencia y haya negociado con anticipación con los bancos y con el titular del gremio de La Bancaria para que abran sus puertas el fin de semana o se ampliara el horario de atención tanto este viernes como el lunes y martes próximos. Si esto se hubiera sucedido y se hubiera anunciado correctamente no se habría producido amontonamiento de gente.
A Pesce también se le cuestiona no haber liderado con eficacia un plan junto a los bancos y las fuerzas de seguridad para ordenar las colas afuera y que la gente mantuviera la distancia mínima recomendada por los médicos para evitar el contagio del coronavirus.
Esta pasividad tal altamente criticada por estos momentos, acompaña al funcionario desde que se decretó la cuarentena.
Vanoli por su parte, entendió que era previsible que ocurriera esto. «Tenemos una demanda reprimida de muchos días de bancos cerrados, con mucha gente con necesidad de hacer operaciones bancarios. Era muy difícil que no se hubiera presentado una situación como esta” y sugirió que se abra el pago de jubilaciones a mas entidades bancarias.
En tanto, Palazzo buscó sacarse las culpas de encima explicando que “La Bancaria no es la responsable. Es el Poder Ejecutivo Nacional, quien decide lo que es actividad esencial, y decidió que el pago de AUH es esencial”, minimizando totalmente la importancia que tiene ese beneficio para los ciudadanos que no tienen otro ingreso.
Lo cierto es que por un error de organización del BCRA; por un error de comunicación del Gobierno Nacional que le entrega un mensaje ambiguo a población, diciéndoles que no pueden salir, que son población de riesgo, pero también que si no van al banco no van a poder comer este mes; y por el miedo y comodidad de La Bancaria que no quiere exponer a su gente y no quiere colaborar, casi intencionalmente, hoy 2.400.000 personas salieron a la calle en plena cuarentena, mostrando el primer error del gobierno de Fernández en su plan de acción contra la pandemia de coronavirus. Las consecuencias de este error empezarán a conocerse en los próximos días.
La cuarentena y el aislamiento social no pudieron evitar que el grupo de riesgo más importante, quede expuesto al mayor riesgo.