Emiliano Aguilera, el estudiante de periodismo deportivo que para ver el partido Argentina-Bélgica entregó el poco dinero y su celular para adquirir una entrada, nos relata algunas vivencias de argentinos que sin contar con los 1500 dólares en que se revenden las entradas… viven el partido fuera del estadio.
Ya sin celular, el contacto entre Cuarto Poder y Emiliano Aguilera se concertó vía Facebook. Consultado sobre cómo fueron las horas previas al encuentro manifestó que “fuimos afuera del Estadio a palpitar la previa cinco horas antes. La fiesta fue muy grande y la ansiedad hacía eterna la espera hasta que se acercó la hora del partido”.
También relató que el ingreso a la zona del estadio para muchos ya se hacía imposible: “Los ingresos se vendían en reventa por 1,500 dólares como mínimo y los controles policiales estaban a 3 km a la redonda. Entonces nos fuimos al mismo Bar donde miramos el partido de Octavos vs Suiza, cerca del primer control policial (El Bar de Beto) y ahí nos enfiestamos durante todo el partido. Por momentos hubo desencuentros con algunos brasileros de la torcida del Corinthians, pero lo demás fue puro canticos y alegría”. A pesar de estos casi encontronazos, Aguilera también reconoce lo otro: “Hay muuuchos brasileros que hinchan y hacen fuerzas para Argentina.
Con respecto al momento de la definición por penales relato lo que ocurrió en la Fan Fest de la siguiente manera. “Cuando llegó la definición de penales creo que fue un clima de confianza y esperanza de poder ver a la Selección Argentina por primera vez en mi vida jugar una final del Mundo. Cuando atajó Romero y Maxi metió el gol de la definición el Bar explotó como aquella vez en Octavos. Terminó todo por el aire: las mesas y sillas en el piso y abrazos por doquier jaja. Después continuamos la fiesta en el mismo bar con música argentina que un chicho llevó un Pen-Drive. A la vuelta fuimos a la puerta del Fan Fest a seguir festejando este hecho histórico!!!!”