Un informe del IERAL de la Fundación Mediterránea confirmó que muchos sectores del NOA y Salta profundizan su caída: compraventa de inmuebles, despacho de cemento, consumo en supermercados y empleo. (Gonzalo Teruel)

A finales del año último y a comienzos de este, analistas y periodistas especializados en economía política razonaron que el gobierno de Mauricio Macri comete un error grosero: olvidar en sus decisiones a su votante paradigmático, el argentino de clase media urbana.

Explicaron, con datos y cifras que no vienen al caso, que el gobierno atendió de manera inmediata a los sectores acomodados representados en el empresariado de base agropecuaria y a las grandes corporaciones con devaluación de la moneda, reducción de impuestos, normalización y liberación de mercados y simplificación administrativa, y también a los sectores históricamente postergados con la actualización (dineraria) de subsidios y programas de asistencia social hasta el extremo de rubricar en diciembre un acuerdo con organizaciones políticas para garantizar un aporte de $30 mil millones durante todo el periodo presidencial.

Pero, por el contrario, no direccionó medidas hacia los sectores medios y peor aún castigó a estos mismos con incrementos en las tarifas y acuerdos salariales por debajo (en al menos unos 10 puntos porcentuales) de la inflación anual.

La crisis económica, sintetizada en una inflación superior al 40% y en una caída de la actividad industrial (de casi un 5% según datos de la UIA) y comercial, y en la pérdida de un par de centenares de miles de puestos de trabajo, fue de acuerdo al análisis mencionado “despareja”. Muchos sectores fueron afectados pero, por el contrario, otros se vieron beneficiados.

Así, desparejo, fue el impacto de las políticas implementadas por el gobierno nacional en la actividad económica provincial. Un informe difundido por el  Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea la semana última confirmó que “muchos sectores en la región NOA no muestran todavía signos de recuperación entre los que se encuentran la compraventa de inmuebles, el despacho de cemento y el consumo en supermercados mientras que en otros hay resultados alentadores, tales como los permisos de edificación solicitados, el patentamiento de automóviles y de motos”.

En efecto, según datos oficiales recogidos por el IERAL, el año pasado las transacciones (compras y ventas) de inmuebles en Salta registraron una caída del 12,5% en relación a 2015 y el consumo de cemento disminuyó un 4% (6,6% a granel y 3,3% por bolsas) cuando en la región la disminución fue inferior al 3%.

También con saldo negativo de casi 11% las ventas en supermercados cayeron durante el primer año de gobierno de Macri en relación al último de Cristina Fernández de Kirchner. “Las ventas en los supermercados comprendidas en el año 2016 sumaron $5.106,8 millones (en términos nominales) implicando un aumento de 24,5% con respecto al 2015. Las ventas totales, en términos de precios constantes, para el 2016 sumaron $1.307,1 millones (en pesos del 2011), lo que muestra una disminución del 10,9% con respecto al año anterior. Las ventas por bocas de expendio en términos nominales aumentaron un 18,8% y en términos reales disminuyeron un 15%” precisó el documento técnico de la Fundación Mediterránea.

Por el contrario, los permisos de edificación, importante indicador de las intenciones de inversión en la construcción, registraron entre enero y noviembre en la Ciudad de Salta (de acuerdo a los únicos datos oficiales disponibles) un incremento del 20% en relación al mismo periodo de 2015 que, a su vez, tuvieron una caída de casi 40% en comparación con el año 2014. “Considerando el acumulado de los primeros 11 meses del 2015 los permisos de edificación, en la Ciudad de Salta, para el sector privado, cayeron un 39,7%. Para el 2016 los permisos aumentaron un 20% con respecto al mismo periodo del año 2015, pasando de 259.507 metros² a 311.324 metros² respectivamente” detalló el informe.

Con saldo positivo los patentamientos de automóviles y motocicletas crecieron también en la provincia 9,6% y 9,1% respectivamente, pasando de 16.095 a 17.645 y de 20.265 a 22.112 unidades a lo largo del año último.

Otras variables económicas también cerraron el año pasado con resultados dispares: cayó el empleo mientras subieron las exportaciones y la recaudación impositiva.

El desempleo

“El comportamiento del mercado de trabajo se analiza a partir de 3 de los indicadores más importantes: Tasa de empleo, Tasa de desocupación y Tasa de informalidad laboral de los asalariados. La tasa de empleo cae en Salta (1 punto), en el NOA (0,7 puntos) y a nivel país (0,1 punto), desde 2015 a 2016 considerando el tercer trimestre. La tasa de desocupación para Salta, en términos interanuales, reflejó una suba en 1,6 puntos, pasando del 5,9% en el 2015 al 7,5% en el 2016. En el NOA y a nivel país la tasa también se eleva en 1,3 y 2,6 puntos porcentuales respectivamente. Por último, se analiza la tasa de informalidad, para el tercer trimestre, que subió al 47% en Salta, mientras que fue del 40,3% para la Región NOA y del 33,8% a nivel país” precisó el IERAL en su documento.

En cambio, las exportaciones registradas en el primer semestre del 2016 en la provincia experimentaron una suba del 16,8% en comparación con las obtenidas en igual semestre del 2015, totalizaron casi 390 millones de dólares y representaron el 1,4% del total exportado a nivel nacional. Y la recaudación tributaria del impuesto a las Actividades Económicas creció un 39,6% en términos nominales y un 0,5% en términos reales, una vez descontada la inflación.

Toda esta información económica tiene un correlato político. En Salta, a diferencia de lo que sugirieron desde Buenos Aires y con la mirada puesta en Capital Federal y el Conurbano Bonaerense los analistas y periodistas antes referidos, los sectores populares fueron los más afectados por la evolución de las condiciones económicas y eso quedó reflejado en las bajas del empleo y las compras (de alimentos y productos de limpieza) en supermercados mientras que los sectores acomodados vinculados a la exportación(fundamentalmente de materias primas) ampliaron su consumo de bienes durables como automóviles y proyectaron inversiones en la construcción.

Consultado por Cuarto Poder, Lucas Dapena, economista jefe del IERAL NOA, aseguró que “el problema no está en las variables que se ven sino en las que vislumbran ciertos comportamientos de los sectores que no son medidos, que son las más vulnerables”.

“La caída de ventas de los supermercados implica una mala noticia. El 2016 pegó de lleno en aquellos sectores más vulnerables que debieron cambiar sus hábitos de consumo, abandonando los supermercados y volviendo a las despensas barriales, o directamente modificar para abajo su conducta alimenticia” explicó y resumió que “encima los datos oficiales muestran que aumentó el desempleo (cayó el empleo) y también la informalidad laboral”.

Finalmente, Dapena advirtió que “la foto dice que hay mucho trabajo en negro, mucha pobreza y un consumo básico hacia abajo”. “Es un combo que viene de hace tiempo pero empeoró últimamente y debe comenzar a solucionarse urgente”, sentenció.