Todo empezó al mediodía y se potenció al atardecer: en reclamo de que el rector Víctor Claros levante la insólita decisión de  suspender los concursos en la Facultad de Humanidades, estudiantes y docentes procedieron a tomar instalaciones universitarias luego de que no encontraran respuestas a sus reclamos.

Al mediodía, un parte de prensa de ADIUNSa informaba que en esos momentos el Consejo Superior de la Universidad se encontraba presto a sesionar. En dicha sesión, se había presentado un recurso de reconsideración de la Res. CS Nº340 que buscaba dejar sin efecto la suspensión de los llamados a concursos de la Facultad de Humanidades. Paralelamente, se llevaba a cabo una asamblea de estudiantes que había resuelto que en el caso de no aprobarse dicha reconsideración, o no sesionarse por falta de quórum (cosa que terminó sucediendo como una maniobra del oficialismo, se llevarán a cabo medidas de fuerzas a definir. Mientras tanto los delegados estudiantiles exigían que el rectorado demuestre la «supuesta deuda» por la que se procedió al recorte. Hasta las 16, Hernández comentó que «la única respuesta es que no nos pueden atender», por lo que seguirán «hasta que haga falta» porque dichas medidas «repercuten también en los estudiantes». Las agrupaciones presentes confluyeron con docenes y finalmente tomaron el rectorado. Ante el cariz que tomaron los sucesos, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta decidió realizar una reunión extraordinaria que tendrá lugar el próximo sábado a las 18. Los estudiantes, por su parte, anunciaron que marcharán para protestar y pedir a las autoridades que traten los temas que generaron el conflicto en la universidad: el recorte presupuestario a la Facultad de Humanidades y la resolución que elimina el llamado a concurso por tiempo indeterminado.

UNSA TOMADA