La sesión inaugural del Consejo Superior de la U.N.Sa 2020 no tuvo desperdicio. Si bien el rector de esta casa de altos estudios no estuvo presente este jueves, fueron los consejeros quienes llevaron adelante este meeting académico. De entrada, parecía sobresalir un más que extraño convenio que involucra a la firma Atos. Así que mejor veamos qué pasó.

 

 

En la primera reunión del Consejo Superior, celebrado en el ámbito de la Universidad pública estatal gaucha, se abordaron temas que llamaron la atención, pero no por eso tuvieron un tratamiento privilegiado. Es el caso del pedido de informes de la agrupación Franja Morada respecto a la irrupción física de empresas privadas al espacio físico resguardado por la autonomía universitaria desde 1918.

El tema ya había sido presentado el 18 de febrero pasado, al propio rector Víctor Claros, pero sin recibir respuesta alguna. Esta vez, con un toque de nerviosismo y sin ánimos de debate de parte de los consejeros, varios optaron por no ahondar sobre el particular, aprobaron el pedido y levantaron la sesión. Aunque también se dieron tiempo para aprobar el presupuesto de cinco millones de pesos destinados a la cobertura de las becas de salud.

En el apartado correspondiente a empresas privadas nos referimos a un convenio firmado con la empresa IMAC y la cesión de espacio físico y datos confidenciales a la empresa SAETA, cuyo accionar es cada vez menos apreciable, más su extraña insistencia en expandir el servicio de la subcontratista Atos. Además de las habituales fallas en el funcionamiento de las veteranísimas máquinas para auto recarga de tarjeta de transporte, esta ahijada de la empresa estatal de traslado de pasajeros viene con polémica en su canasta.

 

Vos sabés.

 

Como se sabe, Atos es multinacional europea de servicios y consultoría en tecnología de la información con sede en Francia y oficinas en todo el mundo que se especializa en servicios transaccionales de alta tecnología, comunicaciones unificadas, nube, big data y servicios de ciberseguridad. Extrañamente, esta multinacional instaló en la entrada de la UNSa. una “máquina de recarga”, de tiempos inmemoriales, que justamente por eso mismo, los sábados se encuentra fuera de servicio.  Más, una oficina de atención, en “modo avión”, o sea, NO SABE/NO CONTESTA. Con el agravante que se decidió cederle espacio físico a “Atos” en desmedro de la Biblioteca Universitaria.

Para echar luz sobre los convenios con dos de las empresas privadas que funcionan en el predio universitario es necesario responder a los interrogantes planteados por la Franja Morada.

En primer lugar, ¿Cuál fue el destino de la Librería que cerraron para ceder ese espacio a las empresas con las que contrajeron compromiso? Ya que era ahí donde se vendían libros de la Editorial universitaria y contenido académico propio.

Respecto a la implementación del convenio firmado entre este organismo académico y el Instituto Medico de Alta Complejidad (IMAC); la interrogante es otra, ¿en qué estado está la implementación de las Becas de Salud aprobadas en el transcurso del año pasado?

Al respecto se sabe de la existencia de un PROTOCOLO ADICIONAL, que implementara el PROGRAMA DE SALUD ESTUDIANTIL anunciado por las autoridades rectorales el año pasado. Aunque nada se sabe acerca de la reglamentación generada por la universidad mediante la cual se fijaron las condiciones de acceso a las BECAS DEL PLAN DE SALUD aprobado en el presupuesto 2019 de la UNSa.

La preocupación de los consejeros radica en que hasta el día de la fecha no existen listados de los beneficiarios que den cuenta de la ejecución de los $5.000.000 cinco millones de pesos asignados para el desarrollo del programa de Becas de Salud.

 

 

Al final.

 

 

Por último, ¿cuál es el fin para el que se utilizarían los datos solicitados a los alumnos por la empresa SAETA? ¿Por qué la insistencia con Atos?

Tal como publicó “Cuarto Poder” en ediciones anteriores, la empresa Atos se encuentra fuertemente sospechada en un caso por lavado de activos que tramita la justicia federal de la provincia de Córdoba, juicio oral que se iniciará en marzo próximo. De esta manera, en los próximos días habrá turno para pasar por el estrado para Juan Luis Dabusti, Raúl Alberto Toscano y Carlos Fernando Abril, directivos de Siemens (Atos), según detalló el diario Perfil.

Lo que se llevará adelante en marzo de 2020, conocido como “escándalo CBI/Cordubensis”, es considerado un leading case por parte de la Procelac, dirigida por el fiscal Carlos Gonella. Lo cual equivale a suponer que la metodología que en esta capital mediterránea permitió investigar lavado de activos, mediante el sistema de pago adelantado del boleto urbano, podría replicarse en otros rincones del país.

Con todos estos interrogantes, los consejeros de Franja Morada esperan con ansias las pertinentes respuestas que iluminen acerca de cómo se hizo la administración de los recursos públicos destinados al movimiento estudiantil. (N.J.)

 

 

 

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