Salvo excepciones, 2016 fue un año con caída generalizada de ganancias. El caso más emblemático es el de YPF, que presentó pérdidas por primera vez en 20 años.
Una forma de ver cómo fue la economía -o al menos a parte de ella- en el primer año de la gestión de gobierno de Mauricio Macri, es leer los balances de las empresas. Asomarse a ese mundo también permite ver cuáles son las perspectivas de quienes tienen en sus manos la administración de diferentes negocios.
Una revisión de dos docenas de balances de firmas que cotizan en la bolsa porteña, y una ronda de consultas entre analistas permiten arrojar una primera conclusión: salvo excepciones, 2016 fue un año con caída generalizada de ganancias, y en algunos casos, con balances que mostraron rojo por primera vez en mucho tiempo. El caso más emblemático es el de YPF, que presentó pérdidas por primera vez en 20 años.
Las ganancias conjuntas de las compañías que cotizan en el Merval 25 pasaron de $ 41.134 millones en 2015 a unos $ 8600 millones en 2016, según la recopilación que realizó el departamento de Research del Banco Supervielle. «La recesión y la baja del consumo le pegaron a muchos sectores», explicó Walter Ramírez, economista jefe del banco controlado por la familia Supervielle.
«A algunas les fue muy bien, a otras mal y a otras pésimo», evaluó Carlos Olivieri, un analista de empresas que asesora a inversores locales y del exterior. Olivieri es director independiente en un par de empresas cotizantes y fue gerente financiero de YPF durante más de una década.
En el reducido grupo de empresas a las que le fue mejor en 2016 que en 2015, está Aluar. La firma que preside Javier Madanes Quintanilla facturó $ 7281,5 millones en el semestre finalizado en diciembre pasado, cifra que representó un aumento de 53% respecto de los $ 4755,5 millones del período anterior y que estuvo apuntalada por la devaluación y la mejora en el precio internacional del aluminio. Las ganancias subieron un 174% para ubicarse en $ 869 millones. «La devaluación favoreció las ventas; en el cuarto trimestre, el 78% fue al exterior», comentó el directorio.
Otra empresa a la que le fue muy bien es Agrometal, la fabricante de sembradoras de Monte Maíz (Córdoba). Rosana Negrini de Crovera, su presidenta, comentó con optimismo: «Los fabricantes de sembradoras son los principales beneficiados del cambio en la política económica», explicó la ejecutiva.
Agrometal tuvo tantos pedidos que no pudo dar abasto. La empresa contrató más empleados y emitió una ON para ampliar la capacidad productiva de su planta.
Dentro del grueso de firmas que tuvieron un 2016 más flojo que el año previo, estuvieron la mayoría de las industrias, sobre todo las vinculadas al consumo o a la construcción.
En Ferrum lamentaron que «la actividad de la construcción fue la que más cayó en 2016, y la empresa, que elabora insumos para dicha industria, no fue la excepción». Además, en el balance se advierte sobre los peligros de los sanitarios importados. «La importación se duplicó en 2015 y se triplicó en 2016, con precios imposibles de equiparar», señaló Guillermo Viegener, quien encabeza el directorio. Incluso, la firma solicitó la apertura de una investigación por dumping de sanitarios traídos de China. Las ganancias de Ferrum cayeron de $ 163 millones en el segundo semestre de 2015, a $ 79,5 millones en el mismo período de 2016.
Village Cinemas, que opera salas en Recoleta, el Conurbano, Mendoza, Rosario y Neuquén, padeció la menor afluencia a los cines en un año con bolsillos flacos. «La cantidad de espectadores disminuyó un 14,7%, aunque en parte fue por la excepcional convocatoria de la película animada Minions un año antes», explicó Eduardo Novillo Astrada, presidente de la compañía que es dueña del Recoleta Mall. La empresa ganó $ 33,9 millones en el segundo semestre del 2015 y unos $ 24,2 millones en ese período de 2016.
Bodegas Esmeralda, en cambio, registró beneficios por $ 317,6 millones (en el período de abril a diciembre de 2016), que se comparan con los $ 301 millones en ese período de 2015. Es un aumento, aunque menor a la inflación. El productor de etiquetas como Estiba I o Gran Rodas aumentó su facturación a $ 1992,5 millones, contra ventas por $ 1360,5 millones un año antes. La devaluación ayudó a apuntalar sus ventas al exterior un 7%. «Mantenemos nuestra firme vocación exportadora», señaló Luciano Cotumaccio a los accionistas.
Havanna, por su parte, no tuvo un mal año desde sus resultados, pero fue más flojo que 2015. La empresa que preside Carlos Giovanelli (socio del fondo Inverlat) facturó $ 969 millones en 2016, contra $ 821 millones en 2015. Sus ganancias subieron, al pasar de $ 73,5 millones a $ 82 millones: apenas 11,5% contra una inflación que rondó el 38%.
Havanna también mejoró sus ingresos con la devaluación ya que tiene franquicias en Brasil y otros países. Inauguró su nueva fábrica en el Parque Industrial Batan, pero también cerró su fábrica de Constitución y vendió las instalaciones en 2 millones de dólares.
La fabricante de pinturas Colorín reportó pérdidas por $ 41,6 millones. El directorio, encabezado por Daniel Vicente, mencionó que «el mercado de pinturas ha tenido una fuerte caída del 11% en 2016».
Newsan, la principal fabricante de televisores LCD y aire acondicionados, incluye en su balance una larga reseña donde se refiere a la caída del consumo, la suba de las tasas de interés del Banco Central y la decisión de eliminar los aranceles a la importación de notebooks. «Una baja del 8% del salario real» frenó el consumo y las altas tasas de interés promovidas por la nueva conducción del Banco Central, «contribuyó a frenar el nivel de actividad», reza la larga nota firmada por su director, Luis Galli.
Newsan aumentó sus ganancias un 10%, a $ 1608 millones en 2016, con una facturación de $ 12.561 millones. En su comentario sobre las perspectivas, Newsan afirma que «seguirá trabajando para convertirse en el principal partner estratégico de marcas internacionales basado en la capacidad de distribución, capilaridad nacional, capital financiero y su fuerza comercial».
Ledesma fue una de las tantas empresas que facturaron más (al menos en términos nominales), pero no pudo reflejarlo en sus resultados finales. Su principal negocio es el azúcar, seguido por el papel, el alcohol y los jugos. Vendió por un total de $ 7763 millones, contra $ 5414 del año 2015. Pero registró pérdidas por $ 91 millones, que contrastan con ganancias de $ 133 millones del año anterior (los datos son de los últimos nueve meses al 28 de febrero pasado).
El vicepresidente de la firma, Ignacio Blaquier, se refiere a la caída del precio del azúcar y también previene sobre los efectos del atraso cambiario. «En los últimos meses se ha generado un proceso sostenido de apreciación cambiaria que, de mantenerse, impactará negativamente».
¿Qué pasará en este segundo año de gestión de Cambiemos? En los últimos días empezaron a ingresar a la bolsa los balances del primer trimestre del año. Y se observa una clara mejoría en las firmas del sector energético, como efecto de las readecuaciones tarifarias. Entre otras, mejoraron sus resultados AES, Pampa Energía, Edenor, Transportadora Gas del Sur y Albanesi, que vieron incrementar su facturación.
Fuente: La Nación