“La cara oculta del cura que retó a Macri”, es el título de un artículo leído por Federico Andahazi. Baby Etchecopar también dijo lo suyo.
Las palabras vertidas por el arzobispo Mario Cargnello ante el presidente en Salta todavía repercuten. Le enrostró su promesa de pobreza cero. “Por eso Mauricio, haz hablado de la pobreza, llévate el rostro de los pobres”, le dijo.
Eso pasó el domingo 15 de setiembre y todavía hay repercusiones nacionales.
Dos días atrás “Baby” Etchecopar dijo en la radio que cuando escuchó lo de Cargnello se acordó de los cura pedófilos. “Los curas con los que he tratado que son una mierda”, dijo. Después hizo una distinción: “no hablo de los curas del campo, de los curas solidarios, los que se arremangan para la gente, sino de los degenerados, estos viejos pollerudos que se cagan en los pobres y lo único que hacen es detractar gobierno”.
Ayer el que volvió a cargar contra el arzobispo salteño fue Federico Andahazi, escritor, militante macrista.
Leyó en una emisora porteña un artículo titulado “La cara oculta del cura que retó a Macri” en el que básicamente criticó a Cargnello por su sistemático encubrimiento a sacerdotes denunciados por abuso sexuales.
Andahazi enumeró cada uno de los casos. “Parece sacado de una serie de Netflix, pero no lo es. Sería una historia muy entretenida si no fuera porque además de los abusos por parte de religiosos, también hay vínculos con el narco mexicano y concretamente, con el Chapo Guzmán”, dijo.
Andahazi mencionó el caso del cura Emilio Raimundo Lamas. En este caso, Cargnello se negó a entregar al fiscal las actas del juicio eclesiástico a Lamas que habrían colaborado a esclarecer tan aberrantes vejaciones a menores. “Cargnello justificó su negativa en los tratados entre el Vaticano y el Estado argentino que le permiten a la Iglesia evitar las leyes de nuestro país. Algo realmente increíble”, dijo.
“Me pregunto: ¿Las caras de los chicos salvajemente violados no le impidieron al arzobispo salteño encubrir a su colega Lamas? Las víctimas de Lamas siguen luchando contra esa tremenda estructura de ocultamiento y encubrimiento que permite la impunidad de los victimarios. Desde febrero de este año Lamas ha vuelto a ser sacerdote y a realizar las tareas religiosas como cualquier otro cura.
¿Quién fue el encargado de dar tan buena noticia a la sociedad salteña? El Arzobispado de Salta, Monseñor Cargnello, quien parece desconocer el enorme porcentaje de reincidencia que presentan los delitos sexuales contra menores. ¿O esos rostros no le molestan?”, relató Andahazi
Habló, también, de Agustín Rosa Torino, quien además está siendo investigado por supuestos vínculos con un cártel de droga mexicano. El Cártel de Sinaloa, del Chapo Guzmán.
“Yo mantuve conversaciones con exnovicios, víctimas de estos personajes que con un gran costo emocional están intentando que se sepa lo que ocurre en la Iglesia salteña, porque no son sólo dos casos, hay muchos más: Emilio Lamas, Agustín Rosa Torino, Gustavo Zanchetta, Carlos Aguilera, y tantos otros, esos son los rostros del horror.
¿Podía el arzobispo Cargnello desconocer lo que ocurría en la congregación salteña de Rosa Torino o en la Parroquia de Lamas? ¿Por qué decidió no colaborar con la justicia en su momento? ¿Por qué estas caras no interpelan al arzobispo Cargnello?”, concluye el texto.