A 6 años de la aprobación de la ley de identidad de género, “mujeres trans” siguen bregando por una real inclusión laboral. Se presentaron en la reciente inauguración del Polo Integral de Mujeres para decirle al gobernador “que ellas también existen”. Señalaron que la aprobación de un cupo laboral trans, obedece a una “voluntad política”. Andrea Sztychmasjter

Fue en la Comisión de Derechos Humamos del Concejo Deliberante capitalino el pasado 10 de abril cuando se comenzó a debatir el proyecto sobre “cupo laboral trans” presentado por la concejala del Partido Obrero Cristina Foffani, cuando Graciela, mamá de Tiziana* la primera nena trans reconocida legalmente, con sencillez y claridad explicó por qué es tan importante el proyecto que reconoce que las personas “trans-travestis, transexuales, trangénero y varones trans” son excluidas social y laboralmente, y discriminadas y violentadas desde los inicios de su auto percepción identitaria. Y por ello el Estado debe garantizar sus derechos.

“Para mí es muy importante que se trate esta ordenanza sobre cupo laboral trans, porque es el futuro para mi hija y para todos los nenes y nenas que vienen detrás. No quiero que mi hija tenga su vida encasillada. Yo quiero que mi hija pueda trabajar en lo que a ella le gusta y desee. No quiero que por el hecho de ser una persona trans se trabe su futuro”.

La importancia de la defensa a un trabajo digno es contemplada en el proyecto de la edil obrera. Allí se establece que la desvalorización social, jurídica y cultural que degrada la identidad y expresión de género autopercibida, se materializan en el desempleo y la situación de prostitución como único medio de supervivencia. Es así que la ordenanza establece que tanto el Departamento Ejecutivo, el Concejo Deliberante, el Tribunal de Faltas y el Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Salta, deberán emplear, en una proporción no inferior al 3 % (tres por ciento) de la totalidad de su personal, a personas Trans.

En el ámbito municipal local, en breve a la asunción del actual gobierno decidieron cerrar la Secretaria de Diversidad Sexual que venía trabajando a cargo de Victoria Liendro. “Hay asesores ultracatólicos en la intendencia que llevaron a que se tomen estas decisiones”, señalaba la ahora Directora del Observatorio de violencia contra las Mujeres, Pía Ceballos. Con este panorama habrá que ver si realmente los concejales darán el visto bueno a este proyecto que cuenta con iniciativas similares a nivel provincial.

En 2016, la Cámara de Senadores aprobó con modificaciones el proyecto de ley presentado por el diputado Lucas Godoy, impulsado por el colectivo trans. El proyecto había ingresado por Diputados con la distinción que el cupo laboral sería del 1%, pero al pasar al Senado se lo redujo al 0,5%. Regresó a la Cámara Baja, y allí perdió estado parlamentario.

Un polo sin cupo trans

A 99 años del natalicio de Eva Duarte, el gobernador Urtubey evocando su figura inauguró el edificio de calle Siria, donde funcionará el Polo Integral de las Mujeres (PIM). El gobierno provincial concentrará allí “todos los recursos del Estado al servicio de todas las mujeres, y particularmente de las víctimas de violencia de género” con un abordaje interdisciplinario para brindar asistencia, acompañamiento y contención.

Específicamente en el edificio se ubicarán tres subsecretarías: 1) Políticas de Género 2) Asistencia Integral a Víctimas de Delitos  3) Fortalecimiento Institucional y Territorial de los Derechos Humanos. El Consejo Provincial de la Mujer; las áreas de Diversidad Sexual, de Equidad de las Mujeres y la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata. El espacio, según señalaron fuentes oficiales, fue remodelado y reacondicionado con una inversión superior a los 12 millones de pesos a través del Plan Bicentenario.

En la oportunidad, mujeres trans se hicieron presentes con un cartel que plasma el pedido por una real inclusión laboral. “Realicé la intervención porque el Estado sigue en deuda con el colectivo trans a 6 años de la ley que reconoce nuestros derechos identitarios. La cruda realidad demuestra que en general la población trans tiene un promedio de vida muy bajo de 30 a 35 años. Esto obedece al estado permanente de vulnerabilidad y estigmatización. El caso de Tiziana es solo uno de los casos en donde vemos que la familia acompaña valientemente, pero no debemos olvidar que las personas de nuestro colectivo son expulsadas muy tempranamente de sus hogares en gran porcentaje de casos”, señaló Carla Champicien, coordinadora de Mujeres trans delegación Salta, quién se presentó en la inauguración del Polo y aunque aclaró que tiene la posibilidad de trabajar de peluquera y un esposo empleado del gobierno provincial, la historia de vida de sus compañeras es muy diferente a la de ella.

Describió a este semanario además la necesidad de hablar de las problemáticas en las infancias trans, de los transfemicidios y violencias múltiples que reciben y de los casos de suicidios producto de la marginalidad: “La situación que se presenta es que en los hogares cuando los padres empiezan a ver a sus hijxs que empiezan a mostrar sus identidades trans, primero empiezan a no dejarlos salir, luego en algunos casos a esconderlos y luego deviene la expulsión de sus casas. Tenemos niños y niñas de 12 y 13 años en situación de prostitución porque no les queda otra salida. La semana pasada una compañera en Castañares fue detenida solo por su condición cuando salió de su casa para ir a comprar pan. Los casos de suicidios como el de nuestra compañera Celine dan muestra de las normas binarias y heteronormativas que nos siguen rigiendo”. Además detalló que los jueces y fiscales desconocen la perspectiva de género y “no saben de identidades”. “Ni siquiera las mujeres cis* de la justicia tienen una perspectiva”.

La coordinadora de mujeres trans señaló que es evidente que la aprobación de un cupo laboral para ellas corresponde a “una voluntad política”. “Por eso me hice presente en la inauguración para recordarle al gobernador Urtubey que nosotras también existimos”.

La situación del colectivo trans

Un relevamiento a la población trans de Salta detalla un panorama actual de la situación en la que se encuentran las personas de este colectivo. En este informe Mujeres trans autoconvocadas consignan que en la ciudad existen nueve “zonas rojas” donde sus compañeras ejercen la prostitución, marcadas desde “el bajo chico” barrio Hernando de Lerma hasta el estadio Martearena por Avenida Tavella. Otro de los datos que se desprenden es que 8 de 10 de las encuestadas afirmaron que ejercieron y ejercen la prostitución.

Asimismo señalan que la interrupción de los estudios en esta población se da antes de los 20 años y según los datos aportados por la encuesta esto coincide con la asunción de su identidad trans. En relación a esto además describen que el 74% no estudia en la actualidad. El 49% no terminó el sistema escolar obligatorio. Y solo el 6 % dijo haber terminado el nivel terciario y universitario.

En relación al acceso de la salud, se detalla otro de los datos alarmantes. El 67% de las personas trans encuestadas afirmó realizar tratamiento de hormonización, pero solo el 33% bajo tratamiento médico. Respecto a si cuentan con alguna cobertura, solo el 26% accede a una obra social, el 38% a aportes jubilatorios y el 54 % no accede a ninguno.

*A sus 10 años, la nena Tiziana pidió el cambio de identidad de género ante el Registro Civil, amparada bajo la Ley 26.743 sancionada por el Congreso Nacional. Desde el Registro informaron que hubo 7 cambios de identidad de género en menores en Salta, de un total de 574 casos, y Tiziana es la más chica.

*Cis (género): El prefijo “cis” proviene del latín y significa “del lado de”. Si usted es una persona cuya identidad de género está alineada con el sexo que le asignaron al nacer, usted es una persona “cisgénero”. El término se empezó a usar en círculos académicos estadounidenses en la década de los noventa y en los últimos años se ha extendido. Lxs que señalan la ventaja de emplearlo describen que sirve para despatologizar la diferencia.