Con la prohibición de la importación de ropa usada, los trabajadores de ferias ven complicado su futuro. En la provincia de Salta hay más de 1500 familias que dependen del rubro.

Trabajadores de las ferias de la provincia se encuentran en estado de alerta tras la prohibición del gobierno nacional de prohibir la importación de ropa usada. Consideran que sus fuentes de trabajo corren peligro.

Hilda Silva, presidenta de una de las ferias de la ciudad, dijo que espera que el gobierno de la provincia ayude a los trabajadores. Explicó que al ser Salta una zona fronteriza, la venta de ropa usada extranjera es un gran recurso para quienes no cuentan con un trabajo formal.

En FM Profesional, Silva señaló que si este decreto se llega a concretar, muchas familias salteñas no tendrán con que alimentar a sus hijos ya que se quedarían sin trabajos. Agregó que en toda la provincia hay unas 1500 familias que se alimentan gracias a los ingresos de este rubro.