Se suspendió nuevamente la sesión del Concejo Deliberante debido al conflicto entre el Sindicato de Empleados del recinto y el bloque del Partido Obrero. Todo parece una estrategia para perder tiempo y no debatir temas importantes. En menos de un mes, el PO perderá la mayoría.

Con la segunda suspensión consecutiva de las sesiones del Concejo Deliberante, cobra mayor fuerza la versión que asegura que se trata de una maniobra para evitar los debates principales, entre los que se encuentra el presupuesto 2016, con el Partido Obrero como mayoría.

El 10 de diciembre se renueva el Concejo Deliberante y el bloque del Partido Obrero pasará de nueve concejales a tres. El ridículo conflicto, originado por los líderes del Sindicato de Empleados del recinto,  “ofendidos” tras asegurar que el PO los insultó, parece entonces una simple manera de evitar los debates. El problema es que el PO no hace más que mantenerse firme en su postura y ayuda a que el asunto se dilate.

El conflicto

En la sesión del 4 de noviembre, el concejal del PO, Rodrigo Tolaba, aseguró al comienzo del debate que los referentes del Sindicato de Empleados del Concejo eran “dirigentes trasnochados” y se preguntó por qué el proyecto que pedía el pase a planta permanente de los trabajadores del Concejo no estaba en la orden del día a pesar de contar con dictamen de la Comisión de Legislación General. Tolaba consideraba que los dirigentes eran cómplices que evitaban el pase a planta.

Esto provocó que los referentes del Sindicato se mostraran ofendidos y ordenaran a todos los trabajadores del Concejo a dejar de prestar servicios, por lo que forzaron la suspensión de la sesión del miércoles 4.

El martes 10, Luis Rodríguez, titular del Sindicato, aseguró: “El Partido Obrero intentó tratar sobre tablas un proyecto para pasar a los empleados de planta transitoria a planta permanente, siendo que la primera ya no existe y todos están en planta. Pero cuando quisieron corregirlos se generó malestar y hubo insultos y descontrol en el recinto. Si no se disculpan, incluso después de haber reconocido que se confundieron, mañana no prestaremos servicio”.

Ayer por la mañana, el concejal del PO, Arturo Borelli, aseguró que no hubo razón para que los empleados se sintieran ofendidos, y lejos de pedir disculpas, redobló la apuesta y endureció su opinión sobre la gremial. “Esto parece un golpe de Estado”, disparó, para luego agregar que se está “ante un gremio que no quiere mejorar la situación laboral de sus integrantes”.

Otra vez sopa

Ayer por la tarde, el Sindicato no prestó servicios, por lo que no se pudo sesionar. “Nos ofenden sobremanera y no lo vamos a permitir”, le dijo Rodríguez ayer a FM Capital.

En la misma emisora, el presidente del Concejo Deliberante, Ricardo Villada, dijo: “Queremos  darle tranquilidad a la gente que vamos a seguir sesionando más allá del cambio de composición del cuerpo. Mañana voy a pedir la conciliación obligatoria, para garantizar que el próximo miércoles sesionemos con tranquilidad”.

“El bloque del Partido Obrero lo único que tenía que hacer era pedir disculpas. Y no solo no se disculpan, hablan también de golpe institucional, hay algunos que tratan de meter leña al fuego”, agregó Villada.

“Vamos a realizar las sesiones que sean necesarias, incluso si es necesario durante el mes de diciembre para dar tratamiento a todos los temas que necesitan los vecinos y el municipio. Dicho de otra manera, los deberes que no hicimos ahora los vamos a hacer después”, concluyó.