En la jornada en que se efectivizó el aumento de SAETA, se celebra el Día del Colectivo. Enviamos un saludo a todos los choferes, esperando que no nos amontonen como sardinas. Traten de pasar cada cinco minutos por las paradas.

Fue en 1928, la primavera asomaba y un grupo de taxistas que se reunía en un café de Lacarra y Rivadavia, en Capital Federal, pensaba ideas para paliar la falta de pasajeros causada por la crisis económica. El ingenio argentino no tardó en aparecer y surgió una solución: hacer viajes colectivos por avenida Rivadavia.

José García Alvarez, Rogelio Fernández, Pedro Etchegaray, Manuel Pazos, Felipe Quintana, Antonio González y Lorenzo Porte es el nombre de los precursores gracias a quienes hoy los colectiveros tienen su día.

Ese grupo, que según cuentan algunas versiones estuvo asesorado por el anarquista Diego Abad de Santillán, inició un camino que llevó a la conformación de los colectivos modernos.

Si bien no hay dudas que todo comenzó un 24 de septiembre, existen distintas miradas sobre los primeros viajes realizados. Hay quienes afirman que a razón de 10 centavos por pasajero iban hasta el barrio de Flores y por 20 centavos hasta Caballito. Otras investigaciones aseguran que los viajes ofrecidos eran a Plaza Once por 10 centavos, y como el negocio dio resultado se extendieron hasta Plaza de Mayo por 20 centavos. Siempre desde el café de Lacarra y Rivadavia, derecho por la famosa avenida que corta la Ciudad de Buenos Aires entre el norte y el sur.

El éxito de la iniciativa hizo que este medio de transporte se propague rápidamente por otros puntos de la Ciudad y luego fuera exportado a otras provincias y el resto del mundo.

Con el tiempo fueron cambiando su fisonomía. De autos que subían varios pasajeros a la vez, primero modificaron la pintura tradicional de los taxis por otros colores e inscripciones con los nombres de las cooperativas que se formaban y ofrecían viajes en recorridos fijos.

Luego, directamente se transformó el tipo de vehículo para poder trasladar más personas y así abaratar más los costos del transporte. A lo largo del siglo, fue ganando terreno y reemplazando a los mucho más económicos y seguros tranvías y ómnibus de gran porte.

Fuente: notas.org.ar