Un grupo de militantes autoconvocadas realizaron una intervención en la agencia  para repudiar a sus coordinadores por abuso sexual.

La sensibilidad social que produjo el caso de Thelma logró que las salteñas también pudieran animarse a denunciar los casos de abusos de hace años guardados por el miedo y la vergüenza que sigue señalando a las mujeres como las propiciadoras de sus propios abusos. El patriarcado tiene sobradas muestras de su perpetuación.

“No nos callamos más” se escucha decir con una potente voz colectiva. “Si no hay justicia, hay escrache” también se convirtió en grito común ante la falta de celeridad judicial, ante la inacción judicial, ante las dudas de los relatos.

Es lo que sucedió ayer a la tarde en las oficinas de Travel Rock Salta, un grupo de militantes auto convocadas se cansó del silencio y decidió salir a las calles para denunciar públicamente a coordinadores de la agencia de viajes estudiantiles. La marcha movilizó a muchas mujeres que sufrieron abuso pero también sacó el machismo rancio de quienes se resisten a darles voz. Varios “hombres” enfurecidos gritaron a las manifestantes.

Uno de los relatos compartidos por Facebook y que originó la movilización de ayer es el siguiente:

Caso Travel rock

En el mes de septiembre del año 2010, cuando viaje a Bariloche con el colegio Santa Catalina de Bolonia junto con el colegio San Francisco, sufrí abuso sexual por parte de los coordinadores a cargo de ambos colegios. EMANUEL FINTANARROSA Y DIEGO PINTOS. Desde el momento en que subí al colectivo recibí comentarios desafortunados de Emanuel Fontanarrosa coordinador del Santa Catalina.
Pasados cuatro días de viaje, y tras episodios en que se mostraban con actitudes obscenas hacia mi y mis compañeras, la 4ta noche de boliche mis compañeras solicitaron ayuda a los coordinadores para trasladarme al hotel porque me encontraba en estado de ebriedad, ellos las tranquilizaron diciendo que no hacía falta que fuera en el colectivo en que íbamos todas, me llevarían en el auto en el que se mueven los coordinadores (Si, ellos se manejan en auto y los pibes en colectivo pese al frío a altas horas de la madrugada en Bariloche). Al llegar al hotel Emmanuel me lleva hasta el ascensor y empieza a besarme y tocarme, en ese momento no reaccione porque realmente pensé que en segundos estaría en mi cuarto. Al bajarme del ascensor me subieron a un piso donde sólo acceden los coordinadores, en ese momento yo empecé a pedir por favor que me dejen en mi pieza Y a pedir, llanto mediante, que no quería entrar ahí. Me metieron por la fuerza y mientras Emmanuel me sujetaba y hacia comentarios desafortunados sobre mi cuerpo, mi llanto Y lo «putita» que soy Diego chino Pintos me penetró.. habían otras personas en la habitación. En cierto momento, FACUNDO FELMAN, segundo coordinador por el colegio Santa Catalina ingresa al cuarto repentinamente a alertar a estos abusadores de que algo podría haber quedado registrado y que aparentemente alguien podría haber visto, por lo que me sacaron de esa situación y me llevaron a una terraza o algún lugar que parecía estar en construcción. Ahí siguieron violandome por un momento, siempre diciéndome comentarios perturbadores y agarrandome.
Cuando ya les había parecido suficiente me dejaron desnuda, con un tampón en la mano dado que estaba indispuesta, parada llorando en el pasillo del 3er piso donde estaba mi cuarto y por donde por supuesto circulaban mis compañeros..
Al día siguiente me desperté con Facundo FELMAN sentado en mi cama, diciéndome que no había ninguna prueba, que debería haber pensado en mi novio, que yo genere esto todo el tiempo y desde que me subí los estuve provocando. Que debería ser un poco más rescatada en mis actitudes y que no hable.
Me llevo por lo menos 4 años reconstruir el hecho que reprimi en ese viaje y largos y tendidos ataques de ansiedad de por medio.
Reservamos la identidad de la víctima por su seguridad.
#MiraComoNosPonemos