La Casa Rosada y los gobernadores cierran un pacto de convivencia: devolución en cinco años del 15% de los fondos coparticipables. El recorte de otras partidas no termina de resolver el fondo de los problemas.
El conflicto había surgido con el decreto de Cristina Kirchner que extendió a todas las provincias el fallo de la Corte Suprema que les devolvía a Santa Fe, Córdoba y San Luis el 15% de la coparticipación que desde 1992 va a parar a las arcas de la ANSeS. Apenas asumió el cargo, Macri uso otro decreto para derogar el anterior, documento que fue refrendado por el congreso y dejó sin efecto la devolución del 15% al resto de las provincias, lo que hubiera implicado una transferencia de $80.000 millones en el 2016.
Para aceitar la negociación en el Congreso, ese jueves el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, acordó con los ministros provinciales un desembolso de $2.000 millones para saldar el 20% de la deuda de la Nación y anticipó que los $8.000 millones restantes los abonará la próxima semana. Además crearon el Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo, integrado por Frigerio, los 23 gobernadores y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Ahora, el macrismo asumió el compromiso de restituir ese 15% a lo largo de 5 años. Así lo informó el diario Clarín, que admitió que “la solución de ese conflicto está muy lejos de ser la panacea para los distritos, que cerraron el ciclo kirchnerista con un déficit en conjunto del 0,9% del PBI, el más alto de las últimas dos décadas”. Para los analistas, además, lo que las provincias reciban por una vía lo perderán por otra.
Si bien los gobernadores aprobaron la creación del Consejo para definir la devolución del 15% de la coparticipación, esa solución está lejos de resolver los problemas fiscales de los distritos. Para Marcelo Capello, de la Mediterránea, el Gobierno nacional podría restringir parcialmente las transferencias corrientes y de capital discrecionales hacia las provincias, que representan hoy el 2% del PBI, es decir, más del doble del déficit que enfrenta el conjunto de los distritos. Así, lo que los gobernadores recibirán por un lado, dejarían de percibirlo por el otro, como se desprende de las palabras de los funcionarios de Interior.
Según Management & Fit, las transferencias discrecionales del Tesoro nacional hacia los distritos representan el 10% de los ingresos provinciales, lo que equivale a más de $70.000 millones, un monto muy cercano a lo que dejaron de percibe por el 15% de coparticipación. Así, las cuentas provinciales podrían terminar en suma cero.
Si bien la relación entre el macrismo y el grueso de los gobernadores empezó de forma idílica, las provincias enfrentaron dos recortes importantes en sus fondos. Por un lado, la baja del 5% en las retenciones a la soja les haría perder alrededor de $6.000 millones que percibían por el FFS. Por el otro, los cambios en el impuesto a las Ganancias les restarán $23.800 millones, según los datos de Economía y Regiones la consultora fundada por el propio Rogelio Frigerio.
A favor cuentan con la eliminación de las retenciones a las exportaciones regionales, lo que contribuirá a aliviar la situación de los productores, y con las partidas discrecionales que el macrismo aportó a algunas provincias para que pudieran enfrentar los pagos de los sueldos y los aguinaldos.
Para resolver el financiamiento, las provincias también están pendientes de lo que ocurra con los holdouts: una negociación clave para las provincias porque tienen muchas obras paralizadas y toda la estructura de financiamiento para proyectos y grandes obras depende de cómo se resuelva la cuestión con los holdouts, precisa el informe.