Javier Pino fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Ariel Ríos. Antes de la sentencia, pidió perdón a los familiares de la víctima y a los habitantes de El Galpón.
Javier Pino, asesino de Ariel Ríos, el playero de El Galpón muerto a balazos tras un robo en una estación de servicio, en 2015, fue condenado a prisión perpetua.
Los jueces de Metán hallaron culpable a Pino de ejecutar de un disparo en la cabeza a Ríos. Pino pidió perdón a los familiares de la víctima y al pueblo de El Galpón y lloró. El Tribuno informó que el asesino dijo que no tenía intención de matar, que todo fue un accidente y que fue a robar a la estación de servicio porque estaba desesperado, ya que necesitaba plata para ayudar a su padre que se encontraba enfermo y había sido detenido en Santiago del Estero por el robo a una financiera.
El fiscal Sergio Castellano dijo que Pino conocía los movimientos de la estación de servicio y que en la noche del crimen ingresó a la estación a robar y a matar. Aseguró que Pino tenía un arma cargada y le efectuó un disparo en la cabeza a Ríos cuando descansaba en un sillón. “Luego tomó 50.000 pesos y un cheque y huyó en el Fiat Palio en el que se movilizaba”, agregó.