El Hospital San Bernardo tira sus desechos patógenos de una manera muy irregular. Las bolsas con jeringas, gasas, ampollas y otros elementos quedan al aire libre, sin cuidados. Se trata de una situación riesgosa.

Los residuos patógenos del Hospital San Bernardo no están siendo cuidados como corresponde, sino que se amontonan al aire libre, como si fuera una bolsa más de basura regular, cuando en realidad están repletas de elementos nocivos para la salud.

Las fotos publicadas este viernes por El Tribuno dan cuenta de que los desechos clínicos en el hospital son dispuestos en un depósito sin respetar normas básicas de seguridad e higiene. Las bolsas de color rojo en las que se descartan jeringas, gasas, ampollas y demás materiales clínicos usados, son acopiadas en un sector al aire libre, sobre el piso y junto a residuos comunes.

«Las bolsas con residuos patógenos quedan expuestas a que los perros callejeros y los gatos las rompan y se contaminen con los elementos usados en los quirófanos», dijo una enfermera. Advirtió que estos animales conviven con los pacientes y el personal del hospital, con los riesgos que esto conlleva.

El gerente del hospital, Hugo Sarmiento Villa, reconoció que las bolsas de los residuos patógenos se depositan sobre el piso y en un sector que no está acondicionado bajo las normas exigidas por el Programa de Fiscalización y Control de Calidad de Servicios de Salud (Proficssa), que es el organismo que regula cómo deben ser las instalaciones de los centros médicos. Señaló que ya se dispuso el presupuesto para construir un depósito para los desechos clínicos.