La candidatura a intendente de Gustavo Sáenz por el romerismo es un hecho. El impulso a su figura por parte del candidato presidencial, Sergio Massa, que también es el principal aliado nacional de Romero rompió la exclusividad que para ese cargo tenía un Durand Cornejo vinculado a Macri y no al ex intendente de Tigre.
Era la vedette del romerismo en la categoría candidato a intendente, pero la estrella de Durand Cornejo si no decae abiertamente, empieza al menos a compartir la luz con la de Gustavo Sáenz que tendrá banca dentro del espacio para competir con el actual diputado nacional en las PASO de abril la candidatura a intendente de la ciudad.
La decisión tampoco está desvinculada del tablero político nacional. Y es que Sáenz recibió un espaldarazo importante del precandidato presidencial Sergio Massa, el hombre que no sólo es aliado nacional de Juan Carlos Romero sino que también se comprometerá con un ex gobernador que de ganarle a Urtubey en mayo del 2015 permitirá al ex intendente de Tigre presentar el triunfo de su aliado salteño como paso importante de su propia carrera a la Casa Rosada. Las elecciones salteñas, después de todo, será la primera contienda electoral del país durante el 2015
Una maniobra que sería menos exclusiva para Massa si un triunfo romerista incluye a un Durand Cornejo que además de estar vinculado a Macri (que también podría aducir un triunfo suyo en Salta), despliega un perfil propio de la década del 30 del siglo XX que incomodó a figuras como Javier David o al mismo Ángel Torres, el histórico operador de Romero y que hoy ha dejado de transitar por las calles salteña. Durand Cornejo empezó a percibir su pérdida de terreno y eso explicaría que hace unos días usará los medios para relativizar lo que antes había asegurado (su decisión a candidatearse a intendente por el romerismo). También que haya usado un medio abiertamente oficialista como el diario Punto Uno para desdecirse.
Gustavo Sáenz, por su parte, empieza a mostrar lo suyo. Por un lado, el evidente apoyo de parte de palacio romerista donde habitan las personalidades fuertes que diagraman casi todo; y por otro su propio peso electoral. Hay que recordar que aun perdiendo, en las primarias provinciales de septiembre del 2013 había cosechado 63.202 votos; cuatro mil más de los que finalmente cosechó en las generales de noviembre (59.101 sufragios) y que representaron un 22,69%. Un piso nada despreciable para quien asegura que su derrota obedeció a maniobras de un PJ sumido en internas irresolubles.