En dos semanas hubo dos crímenes en el pueblo, hace unos días un hombre asesinaba a su ex esposa frente a sus hijos y luego se colgaba de un árbol. Ahora fue una mujer supuestamente la que de un disparo en el rostro a su pareja, terminó con la relación.

A principios de mes la estadística femicida salteña se incrementaba. Juan Antonio Santillán utilizó un arma blanca para asesinar a Ángela  Campos frente a sus pequeños hijos. Esta era la víctima número 16 en lo que va del año. Santillán, posteriormente, se ahorcó en el árbol de una finca cercana.

El Quebrachal parece un pueblo tranquilo, un pequeño y acogedor lugar en el departamento de Anta, pero en los últimos días se vio envuelto en un nuevo crimen que tuvo como protagonista esta vez a otra pareja.

El sábado pasado personal de la policía local recibía la denuncia de uno de los vecinos del barrio La Tablada por la posibilidad de un disparo de arma de fuego. Cuando los uniformados se dirigieron hasta la casa sospechada constataron que sí, un arma de fuego había sido disparada y un proyectil había ingresado por el rostro de Ismael Rojas (22) quien hasta ese entonces era pareja de una mujer de 42 años cuyo nombre no trascendió, pero es la principal sospechosa de lo que hasta ahora se caratuló como “muerte dudosa”.

Cuando la policía encontró al joven baleado tirado en la cama, éste todavía presentaba signos vitales, por lo que fue trasladado al centro de salud más cercano, que para su mala suerte está en las mismas condiciones de tantos otros centros de salud salteños: no hay ni algodón. Por esto derivaron al joven convaleciente del hospital de J.V.González al San Bernardo de Capital, pero en medio camino se le fue la vida.