CFK convirtió la embestida judicial en motivo de reaparición política. Pidió a la multitud que la acompañó, conformar un Frente Ciudadano que reclame los derechos arrebatados. Todos los canales cubrieron el discurso completo.

Acorde al escrito que presentó al juez Bonadio, el discurso de la expresidente hizo un repaso histórico donde comparó lo que ocurre con ella con lo que ya se vivió en otros procesos históricos del país: la persecución a Irigoyen tras el golpe de Estado que lo derrocó en 1930; a Perón tras su derrocamiento en 1955; o lo ocurrido tras el golpe de 1976. Sobre el clima de revanchismo que sucede hoy, CFK ironizo que si el establishment pudiera eliminar la letra K del abecedario lo haría.

En ese marco, comparó a Macri con los procesos restauradores de la historia que siempre cuentan con la ayuda de lo que llamó la “corporación judicial”. Corporación, recordó, que lo salvó a Macri en causas por contrabando de autos y ahora trata de no ver “la ruta del dinero ´M´ que se encontraron mientras se buscaban la ruta del dinero K”.

Tras ello, la líder del Frente para la Victoria, acusó al gobierno de Macri señalando que ganó ajustadamente prometiendo “que no iba a despedir, no iba a devaluar, que no iba a ajustar”, justo lo que hoy está haciendo. Pidió a los manifestantes que no se enojen con amigos y vecinos. “Tampoco se puede acusar a alguien que ha creído en Macri. Y menos a un vecino que no tiene la estructura para luchar contra medios hegemónicos que lavan la cabeza. Por eso les pido que no se enojen con otros argentinos y les propongo conformar un gran frente ciudadano en el cual no se pregunte a quien voto, en que trabaja y esas cosas. El punto de unidad es reclamar por los derechos que les han arrebatado”.

Sobre las características de ese frente ciudadano, CFK enfatizó que por ahora debe reclamarle al congreso que se convierta en una escribanía del pueblo. Cuando los manifestantes insultaron al diputado que rompió con el Frente para la Victoria, Diego Bossio, la expresidente les espetó: “así no van a convencer a nadie”. Sí reclamó por la libertad de Milagro Sala.

Finalmente arengó en los siguientes términos: “Por eso creo que es importante organizarse y unirse. En cuanto a mí, no se preocupen. Renuncie a tener fuero, pero tengo los fueros que me dio el pueblo. Quiero que la gente vuelva a sentir amor” para terminar reclamando inteligencia para la construcción política en clara alusión a la necesidad de evitar los sectarismos y convencer a amplias sectores con una pregunta clave: “¿Cómo estaban antes del 10 de diciembre y cómo están ahora?”